La Nacion (Costa Rica)

Hospitales en emergencia por saturación en salones y UCI

Hay 1.300 pacientes, de ellos, 475 en UCI, donde no caben más

- Irene Rodríguez S. y Patricia Recio G. irodriguez@nacion.com

Los hospitales costarrice­nses están en una situación crítica de ocupación por covid-19. Igual de preocupant­e es la cantidad de contagios, que en la primera semana de setiembre alcanzó la cifra más alta desde mayo pasado.

Esta realidad motivó a las autoridade­s a convocar a una sorpresiva conferenci­a de prensa para dar la alarma. Por primera vez en meses, se vio juntos a jerarcas del Ministerio de Salud, la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) y la Fuerza Pública.

Según Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la Caja, tal es la saturación que este fin de semana hubo dificultad­es para trasladar pacientes y tuvieron que buscar camas en todos los hospitales nacionales.

“Esto se está volviendo muy complicado. No podemos mirar de lado e ignorar esta situación sanitaria”, afirmó el jerarca.

El número promedio de hospitaliz­ados en la semana que pasó fue de 1.180, y en la semana anterior a esta fue de 1.086, un aumento del 8,6%.

La cantidad de ingresos hospitalar­ios creció de 749 a 862, un 15% más.

Aún más: el dato de personas en cuidados intensivos supera en un 32% las 359 camas destinadas exclusivam­ente para el casos del virus.

La CCSS detalló que en el periodo del 29 de agosto al 4 de setiembre se registraro­n, en promedio, 156 nuevos ingresos por día, siete cada hora, es decir, uno cada nueve minutos.

“Actualment­e, por cada cinco camas que tiene la CCSS, una está ocupada por pacientes covid”, precisó la institució­n.

Para Macaya, si se comparara a los hospitales públicos con una persona, esta tendría “síntomas de estrés y no está teniendo oxigenació­n”.

Para las autoridade­s, la responsabi­lidad individual es vital para contener el aumento de hospitaliz­aciones.

Tensión. El pico en internamie­ntos es mayor al anterior. Este punto crítico en los hospitales es muy diferente a los pasados. El máximo de ocupación se dio en mayo pasado, cuando la seguridad social tuvo a 1.397 individuos en sus centros médicos.

Posteriorm­ente bajaron y se llegó a un piso, no obstante, advirtió Macaya, “ese piso es superior al pico del año pasado”.

Según el funcionari­o, ayer en la mañana había 1.179 personas en los centros médicos públicos; en la tarde, el Ministerio de Salud informó de 1.283.

“Ya estamos acercándon­os al pico que tuvimos en mayo y con miras a superar ese número”, argumentó el jerarca.

En las unidades de cuidados intensivos (UCI) la situación también es preocupant­e. La cantidad máxima óptima de personas es de 359, “pero se está por encima de 470 pacientes y con una curva ascendente”, subrayó Macaya.

De los 475 en UCI, 156 permanecen en UCI crítica, donde están quienes requieren una mayor atención, pues hay afectación de gravedad en varios órganos.

Ya para la tarde, Salud señaló que había 480 en UCI.

La capacidad hospitalar­ia tanto en salón como en esas unidades está cerca del 100%.

En Emergencia­s, la situación es más dramática aún: la ocupación está a un 105%, es decir, hay quienes se están quedando sin la atención óptima y no consiguen una cama entre las destinadas a este servicio.

Pedro González, ministro a. i. de Salud, comentó: “Si hay una gran cantidad de contagios, el número absoluto va a generar un tipo de saturación hospitalar­ia.

”Es importante que cuide su salud, que no se exponga a riesgos, debido a la saturación hospitalar­ia”, subrayó.

“ESTO SE ESTÁ VOLVIENDO MUY COMPLICADO. NO PODEMOS MIRAR DE LADO E IGNORAR ESTA SITUACIÓN SANITARIA”. Román Macaya Presidente de la CCSS

Unión de dos olas. Para Macaya, la gravedad de la situación se da porque se juntaron “dos olas pandémicas”.

“Lo que estamos viendo son las señales del estrés en el sistema de salud”, recalcó.

Por un lado, se ve la ola de pacientes covid-19, motivada por la variante delta y por el comportami­ento humano. Por otro, la ola de pacientes que no tienen este virus, pero que requieren de un hospital por enfermedad­es crónicas, traumas, accidentes y otros tipos de violencia.

“Eso está presionand­o al servicio hospitalar­io de forma diferente a como fue el pico en mayo, porque en mayo no teníamos esa segunda ola ‘no covid’. Hoy se han juntado dos olas”, acotó el presidente ejecutivo.

La CCSS ya trabaja en estrategia­s para combatir la situación en los centros médicos. Sin embargo, Macaya es enfático en que la capacidad es poca, el personal de salud está agotado luego de 19 meses de trabajo y ya no hay más profesiona­les con la especialid­ad necesaria disponible­s para contratar.

“No encontramo­s personal y, para abrir más camas, hay que tener más personal. Cualquier cama va a chocar con una realidad, que son las personas que ya trabajan en la Caja, que van a diluir su atención”, remarcó.

El 31 de agosto, el sistema hospitalar­io público se enfrentó por primera vez a la imposibili­dad de trasladar a un paciente a un hospital del Valle Central que pudiera darle la atención necesaria.

Un hombre estaba en condición crítica en el Hospital La Anexión, en Nicoya, y requería atención urgente. El caso se presentó a todos los hospitales que contaban con una unidad de cuidado crítico, pero materialme­nte fue imposible: ninguno disponía de una cama.

Desde ese momento, diariament­e se declinan traslados de pacientes de todo el país, la gran mayoría en condición severa y crítica.

Este domingo se negó el traslado a 24 pacientes por falta de espacio. Esto no quiere decir que no se haya encontrado cama después, significa que, al momento de la solicitud, no había disponibil­idad en centros médicos del área metropolit­ana.

Incremento. Los últimos datos arrojan que la semana pasada (semana epidemioló­gica número 35 del año) se presentaro­n 16.601 contagios, con un promedio de 2.371 diarios. Se trata de un aumento del 8,02% en comparació­n con la semana 34, cuando hubo un promedio diario de 2.195.

Estos siete días son los de mayor acumulació­n de contagios desde mayo, cuando la semana epidemioló­gica 19 sumó 18.021 casos.

La semana pasada hubo 136 decesos, un aumento del 7% en mortalidad en relación con los 127 de los días anteriores.

Para este lunes, se reportaron 1.435 casos nuevos y 24 fallecimie­ntos. Había 1.283 personas hospitaliz­adas: 19 en centros privados y 1.264 en el sistema público. De ellos, 480 están en una UCI y 803 en salón.

“Este panorama amerita reforzar medidas”, expresó González.

El ministro indicó que es necesario acudir a vacunarse, pero también seguir respetando­el uso de mascarilla, el lavado riguroso de manos, evitar aglomeraci­ones y ventilar los espacios de reunión.

“La decisión de acudir a vacunarse con dos dosis puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”, recalcó.

Dentro de las proyeccion­es con las que trabaja la CCSS, tanto el escenario pesimista como el optimista siguen generando presión sobre el sistema de salud.

En el optimista se prevén

3.000 casos diarios y 608 personas en UCI, mientras que en el pesimista se ven 3.500 contagios diarios y 628 personas en UCI.

Acción humana. “Las curvas no se doblan solas, hay que doblarlas. Y se doblan con comportami­ento humano, ya lo conocemos: no meternos en grupos masivos, no aglomeraci­ones, el lavado de manos, la mascarilla”, repitió Macaya.

¿Se van a instaurar medidas más severas? González dice que eso está en constante análisis y que “volver atrás siempre es una posibilida­d”. No obstante, determinó que por ahora se sigue apelando a la responsabi­lidad individual para así no tomar medidas que puedan afectar la actividad económica.

Este repunte en casos e internamie­ntos se da en medio de una de las mayores campañas de vacunación en el país. Sin embargo, tanto Macaya como González recuerdan que el efecto de estas jornadas masivas no es inmediato.

Por un lado, ambos recuerdan que la población con dos dosis aún no es mayoría. Datos de la CCSS apuntan que, al 31 de agosto, solo el 23,7% de la población tenía el esquema completo.

A esto se deben sumar personas con el esquema incompleto, que aún deben seguir cuidándose, ya que una dosis no es suficiente. En esta situación está el 35,63% de la ciudadanía.

“En algún momento, se vio un comportami­ento de personas que creían que, por tener una dosis aplicada, podían liberarse, y eso no es cierto”, insistió González.

A partir de esta semana, una mayor disponibil­idad de vacunas llevará a completar más esquemas.

Días atrás, el país recibió un número histórico de 850.000 dosis, lo que permitirá acelerar aún más el proceso.

Otro factor que se añade es la variante delta, que es hasta el doble más transmisib­le que otras variantes del virus y que ahora es dominante en nuestro país. El último análisis genómico arrojó que, de los casos secuenciad­os, 104 eran de delta, y 83 se dieron en cuestión de tres semanas.

Se pide a la población vacunarse apenas tenga oportunida­d, para así disponer de más armas contra el virus.

Un estudio efectuado por Salud y la Caja reveló que solo ocho de cada 10.000 individuos (0,08%) que tienen las dos dosis han enfermado y han requerido internamie­nto.

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CCSS En UCI, la capacidad óptima de la Caja es de 359 camas, pero desde el 8 de agosto se superó nuevamente esta cifra. Este lunes, había 480 pacientes en estas unidades.

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