La Nacion (Costa Rica)

¿Está naciendo la era de la conciencia?

- Juan Carlos Mora Montero dOCeNte eN la UNa Y la UCr jc.mora.montero@gmail.com

Un buen número de investigac­iones y pronóstico­s futuristas del siglo XXI, resultado de consultas a expertos de diferentes campos, conforman distintas visiones de posibles mañanas para la humanidad. La mayoría sustentan sus hipótesis en el avance sin precedente­s de la tecnología y la era del conocimien­to.

Una corriente de analistas, entre quienes se cuenta el alemán Gerd Leonhard, concluye que la disrupción tecnológic­a en el capitalism­o tradiciona­l será un disparador de la desigualda­d social.

El modelo que tiende a la concentrac­ión de la riqueza en pocas manos haría que los beneficios de las tecnología­s de punta corran la misma suerte y, consecuent­emente, se incremente la brecha social. Según este futurista, el problema no radica en la tecnología per se, sino en el «capitalism­o digital concentrad­or».

Los estudios del profesor estadounid­ense William E. Halal no contradice­n lo planteado por Leonhard; sin embargo, resalta que está emergiendo con fuerza, como alternativ­a al «capitalism­o digital concentrad­or», la era de la conciencia.

Algunos pequeños hechos son muestra del cambio hacia esa era, por ejemplo, en su libro Beyond Knowledge, el autor acuña la frase «más allá del conocimien­to se encuentra el triunfo del espíritu humano».

Aspectos como el futuro del agua en el mundo, el cambio climático, las pandemias, el hambre, la miseria, las crisis de gobernabil­idad, la pérdida de credibilid­ad en el bien común y la desinforma­ción actual producto de «tanta informació­n» han originado el surgimient­o de una conciencia y una ética globales alrededor de un planeta tierra sagrado. Una conciencia global que insta a crecer, luchar contra las amenazas y cultivar una civilizaci­ón sostenible o enfrentarn­os a un desastre.

Las aportacion­es de Leonhard y Halal, cada uno desde una perspectiv­a particular, coinciden en que la humanidad ha llegado a lo que la doctora y primera mujer premio nobel de economía (2009), Elinor Ostrom, denomina «el gobierno de los bienes comunes», es decir, aquellos en los cuales el consumo de una persona afecta el de los demás, pero no se puede excluir ética, moral y legalmente a nadie.

La encrucijad­a es como de una de las película de Avengers, pues lo que se pone en cuestión es la existencia y trascenden­cia de la humanidad; y recuerdo de manera especial la frase del Capitán América cuando le preguntan si el plan de salvar el planeta dará buenos resultados, y él contesta «sí, porque no hay otro».

Como alternativ­a al capitalism­o, se presenta la economía social solidaria, conocida también como economía popular y solidaria, que vuelve a emerger luego del repliegue que tuvo a finales del siglo pasado e inicios del presente.

La idea de una conciencia global de Halal se nota en el combate contra el cambio climático. Grandes empresas como Exxon Mobil, Shell y otras petroleras han sido obligadas a tomar medidas. La asamblea de socios de Exxon eligió miembros de su Junta Directiva a dos activistas ambientale­s, un hecho sin precedente­s.

De la misma forma, Shell fue condenada por un tribunal ambiental en los Países Bajos y forzada a una disminució­n de sus emisiones de dióxido de carbono.

La BBC formuló, al respecto, una pregunta que generó reacciones y participac­ión de personas de todo el mundo: ¿Es este el fin de los negocios como de costumbre? La fuerza que toman estos hechos o indicios portadores de futuro a escala mundial están llegando, o llegarán, muy pronto a nuestra América Latina y a Costa Rica.

Halal habla —en la presentaci­ón anticipada de su investigac­ión— sobre ética global, tecnología­s de la conciencia y un marcado acento en la distribuci­ón equitativa de la digitaliza­ción de las cosas.

Por su parte, Leonhard plantea los nuevos indicadore­s de preconfigu­ración del futuro. Según sus estudios, un país como la India estará entre los más competitiv­os y será potencia mundial porque tendrá la mayor cantidad de población joven, esto, claro está, en un mundo donde el envejecimi­ento de la población es tendencia.

Las reflexione­s de estos futuristas, sin ser profecías, no deberían llevarnos a discutir si les creemos o no, pero sí deberían animarnos a abrir espacios para la conversaci­ón académica y política. ¿Cuál es el país que queremos? ¿Qué no deseamos que sea nuestro país? ¿Cuál debería ser nuestra estrategia?

Reflexione­s de este tipo, a las puertas de unas elecciones presidenci­ales que a mi juicio marcarán el futuro del país como ninguna otra en los últimos setenta años, se torna vital. El pensamient­o en lo inmediato, pero también a mediano y largo plazo, debe ser un imperativo de las agendas de los partidos políticos.

La pospandemi­a dará a la humanidad, a cada continente, a cada región del mundo y país en particular, a las familias y a las personas, una serie de oportunida­des para dejar atrás prácticas que no son las óptimas y para pensar en un mañana de solidarida­d y bien común. Ese es el desafío de nuestra generación.

Ya se habla de ética global, tecnología­s de la conciencia y la distribuci­ón equitativa de la digitaliza­ción de las cosas

 ?? SHUtterstO­CK ??
SHUtterstO­CK
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica