Ofensiva de la ‘tricolor’ ante México se llenó de confusión
›Equipo se vio ‘desconectado, sin movimientos preparados’
La Selección Nacional atacó más frente a México, pero lo hizo de forma desordenada, con más emoción que ideas y sin la toma de decisión correcta que pudiera encauzar los balones al marco del portero azteca Guillermo Ochoa.
La Nación hizo un seguimiento táctico y estratégico del conjunto patrio en el duelo ante los mexicanos, en el que se comprobó que al plantel dirigido por Luis Fernando Suárez le cuesta sobremanera la faceta ofensiva, al punto que de que en las acciones denota hasta confusión en las ideas y movimientos.
Gracias a la observación en el terreno y al trabajo con tomas aéreas, se puede apreciar que el equipo careció de las pequeñas sociedades que son las encargadas de desestabilizar la defensiva rival.
Además, se notaron confusiones que al final propiciaron una mala decisión de pase, pérdidas de balón, y dejaron a los seleccionados en desventaja numérica frente a los zagueros mexicanos.
“Yo creo que la Selección volvió a estar desconectada, costó mucho que se realizaran movimientos ofensivos preparados; entonces, cuando aparecía una acción individual, el otro no la acompañaba, no se veía que había sincronización; está claro que eso genera muy pocas llegadas”, analizó el entrenador César Eduardo Méndez.
Sin norte definido. Aunque quedó la percepción de que la Tricolor tuvo más presencia ofensiva que en el duelo ante Panamá (0-0), lo cierto es que se atacó, pero con cierta falta de sentido.
“Se dieron dos remates, pero para ganar, no va a alcanzar con dos remates. Si hablamos del ataque, creo que no hubo buen acompañamiento y a veces parecía que no había entendimiento para saber por dónde atacar”, destacó Méndez.
“Cuando Bryan (Ruiz) pensaba una cosa, (Jonathan) Moya iba para otro lado. No hubo una buena conexión entre ataque y creación.
”De hecho, hay una jugada muy clara que ejemplifica lo que sucedió... Moya choca contra (Randall) Leal cuando los dos iban en control y la pelota le queda a un mexicano; la lectura entre ellos y la comunicación no estuvo correcta”, agregó.
Una situación que se hizo evidente fue que normalmente, cuando Costa Rica atacaba, lo hacía en inferioridad numérica; también, el jugador más cercano de la Nacional al que conducía la pelota estaba a más de cinco metros de distancia.
Ante la carencia de sociedades, según el timmonel uruguayo, Costa Rica pudo apostar a la individualidad, pero el cuadro tico tampoco pudo desarrollar esa fortaleza.
Jimmy Marín y Randall Leal, por ejemplo, son jugadores a quienes normalmente les gusta encarar, aunque ante México no lo hicieron.
“(Hay que) entrarle a la parte de confianza para que un jugador rompa en la parte visual y pueda sacar el talento, pero para poder hacer esto se debe tener un respaldo por parte del cuerpo técnico, y para eso debe tener la confianza de que si lo hace y no resulta, no se darán reclamos.
”Yo creo que tal vez, en sus equipos, a ellos ya los conocen, los entrenadores también saben de que son capaces y eso se lo permiten... Pero en la Selección, eso (ausencia de jugadas individuales) pasa porque hay falta de conocimiento entre entrenador y jugadores; el jugador de repente piensa más en lo táctico y en no arriesgar a hacer una maniobra individual”, argumentó.
“CUANDO BRYAN (RUIZ) PENSABA UNA COSA, (JONATHAN) MOYA IBA PARA OTRO LADO. NO HUBO UNA BUENA CONEXIÓN ENTRE ATAQUE Y CREACIÓN”.
“EN LA SELECCIÓN NACIONAL, ESO (AUSENCIA DE JUGADAS INDIVIDUALES) PASA PORQUE HAY FALTA DE CONOCIMIENTO ENTRE ENTRENADOR Y JUGADORES; EL JUGADOR DE REPENTE PIENSA MÁS EN LO TÁCTICO Y EN NO ARRIESGAR A HACER UNA MANIOBRA INDIVIDUAL”. César e. Méndez Técnico
¿Sorpresas? Para cerrar, Costa Rica apuntó a colocar hombres en ataque e intentar algunas sorpresas. Por ejemplo, Keysher Fuller –normalmente carrilero– fue extremo por derecha y Kendall Waston, delantero centro.
“Lo sentí desesperado; más allá de que conozcamos y sepamos que otros entrenadores han utilizado a Kendall como ‘9’, lo cierto es que esa maniobra es un intento final y desesperado, porque a él nunca lo han puesto de centrodelantero desde el inicio. A Kendall lo ponen ahí siempre sobre el final y como una acción porque todo lo que se trató de hacer no resultó”, dijo.
“Me sorprende bastante la ocupación de algunos en posiciones que no les conocía, pero hasta ahí llego. Cada entrenador tiene su forma, la Selección juega en 4-4-1-1, después puede pasar a un 4-5-1”, concluyó Méndez.