Autor intelectual de los atentados del 11 de setiembre vuelve a juicio
CUBA. AFP. El juicio contra el presunto cerebro de los atentados del 11 de setiembre, Jalid Sheij Mohamed, y otros cuatro acusados, se reinició ayer en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo, poco antes del 20.° aniversario de los ataques, pero un veredicto parece lejano.
Mohamed y sus supuestos cómplices, Amar al Baluchi, Walid bin Atash, Ramzi bin al Shibh y Mustafa al Hawsawi, comparecieron ante un tribunal militar en la base estadounidense en la isla de Cuba por primera vez en más de 18 meses, una pausa forzada por la pandemia de covid-19 en un proceso que lleva nueve años de audiencias previas.
Sin embargo, el flamante magistrado militar del caso, el coronel de la Fuerza Aérea Matthew McCall, levantó la sesión después de solo dos horas y media por cuestiones de procedimiento relacionadas con su nombramiento.
Asimismo, el fallo de un tribunal de apelaciones militar, que apoya la destrucción de un sitio clandestino de la CIA donde algunos de los acusados pueden haber sido torturados antes de llegar a Guantánamo, devolvió al caso a su tema central: ¿pueden personas que fueron sometidas a torturas metódicas ser juzgadas de manera justa con el debido proceso que promete la ley estadounidense?
Expectativa. Los cinco acusados, presos desde hace casi 15 años, enfrentan la pena de muerte por cargos de asesinato y terrorismo ante el tribunal de crímenes de guerra.
Mohamed ingresó a grandes zancadas en una sala del tribunal repleta de fiscales, traductores y equipos de la defensa. Cada uno de los imputados estaba escoltado por militares.
Detrás de un cristal, se encontraban familiares de las 2.976 personas que murieron hace casi dos décadas, cuando cuatro aviones secuestrados impactaron contra el World Trade Center, en Nueva York; el Pentágono, en Washington, y un campo de Pensilvania.
La defensa, que busca desacreditar la mayor parte de las pruebas de la Fiscalía debido a la tortura que sufrieron los cinco acusados bajo custodia de la CIA entre el 2002 y el 2006, estaba ansiosa por reiniciar el proceso.
No obstante, un asunto vinculado al nombramiento de McCall mostró las piedras en el camino. Él fue designado en el 2020, pero resultó que aún no tenía los dos años de experiencia como juez militar requeridos para el caso del 11 de setiembre. Calificó finalmente para el cargo el mes pasado, mientras tanto otro juez supervisaba temporalmente.
James Connell, abogado de Baluchi, dijo que ese juez aprobó, con el apoyo del Departamento de Defensa, la destrucción de uno de los sitios de la CIA supuestamente usados para torturar a los detenidos, una prueba esencial, según el defensor.