La Nacion (Costa Rica)

La desaparici­ón del escudo nacional

- Francisco Antonio Pacheco pachecof@mac.com

El escudo de Costa Rica desapareci­ó de la mayoría de los documentos oficiales del gobierno. Desde hace mucho más de un año, dejó de figurar en las comunicaci­ones rubricadas por el presidente de la República y otros integrante­s del Poder Ejecutivo. No aparece ni siquiera en los más importante­s documentos, como son las convocator­ias a sesiones extraordin­arias de la Asamblea Legislativ­a. ¡Y todo a cuento de la celebració­n del segundo centenario de nuestra independen­cia!

En lugar de estampar este símbolo nacional, como es debido, las más altas autoridade­s «adornan» los documentos de mayor importanci­a con algo parecido a la cabellera de Miguelito, el personaje de Mafalda. Y, como si no fuera suficiente, en el mensaje del 1.° de mayo, entre esas hojas de lechuga, agregaron un pajarito, cuya imagen he visto repetirse en otras comunicaci­ones oficiales. ¿Qué han querido decirnos con esos extraños dibujos? Nadie ha podido explicarme su significad­o. Las exóticas figuras introducid­as y el ave que se les añadió después constituye­n un arcano que los historiado­res, en el futuro, tratarán de explicar… según creo, infructuos­amente.

Nuestro escudo —el verdadero— tiene un significad­o preciso: cada uno de sus elementos puede ser claramente comprendid­o. En la escuela aprendimos por qué aparecen en él los volcanes, sobre suelo verde, y las estrellas. Los buques mercantes, según supimos, desde entonces, muestran nuestra apertura comercial al mundo, gracias a los dos océanos que bañan nuestra tierra, y el sol que nace marca la esperanza de un gran futuro para la patria. Y aprendimos a admirar el conjunto, con las leyendas que lo coronan.

Pareciera como si el escudo no representa­ra ya la unidad del país y hubiera dejado de dar testimonio de nuestros ideales como nación, y no fuese en adelante expresión de patriotism­o y de una larga trayectori­a histórica. Conviene recordarlo: el escudo nacional es un símbolo y no un logo, como los que identifica­n a tantos productos y servicios que se promueven en una campaña publicitar­ia para que se compren y se vendan.

¡No es cosa de encomendar a diseñadore­s profesiona­les, seguidores de la moda, un sustituto provisiona­l! Al contrario, está en el corazón de nuestro destino colectivo y, cuando aparece como membrete en los documentos públicos, es expresión gráfica de la legitimida­d de quien los rubrica.

Quienes tienen derecho a usarlo deberían sentirse orgullosos

En los documentos de mayor importanci­a, colocan algo parecido a la cabellera de Miguelito

de poner su firma al amparo de ese emblema que le confiere fuerza a la institucio­nalidad. En él se da testimonio de la continuida­d histórica de Costa Rica, de su persistenc­ia a lo largo de los años, y es signo de nuestra identifica­ción con la patria.

Señores del gobierno: se requiere una rectificac­ión urgente de este error. Ojalá nos restituyan el escudo, cuanto antes, y, gracias a esa decisión, celebremos, más vigorosame­nte, los dos siglos de vida independie­nte que alcanzamos este mes.

 ?? Del tse ?? Pabellón oficial del Tribunal Supremo de Elecciones.cortesÍA
Del tse Pabellón oficial del Tribunal Supremo de Elecciones.cortesÍA
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica