Cartaginés sufrió de más casi por mero gusto propio
›Centenarios se cansaron de fallar, pero al final ganaron. Pérez sigue hundido
Cartaginés al parecer tiene una forma extraña de vivir el fútbol, se empeña y hasta se podría decir que le gusta llevar los juegos al límite. Cuando puede dar una paliza, se esmera en fallar una y otra vez y por ende, termina hasta pidiendo el pitazo final.
Sin duda alguna que la victoria 2 a 1 ante Pérez Zeledón es muy positiva para los brumosos, si se toma en cuenta que cortaron una racha de dos derrotas al hilo y se acercaron a los equipos que luchan por el cuarto lugar. Sin embargo, no se puede dejar de lado que los dueños de casa perdonaron hasta la saciedad y con muy poco la visita los metió en aprietos.
Es más, pese a contar con múltiples ocasiones, necesitaron de la táctica fija para golpear. Ryan Bolaños fue quien abrió el cerrojo generaleño mediante un cobro de tiro libre hasta el minuto 57, mientras que Daniel Chacón ganó de cabeza en el 76’, tras el tiro de esquina que ejecutó Dylan Flores.
En teoría el 2 a 0 era el de la tranquilidad en un duelo que dominaron los locales de principio a fin, pero Starling Vega concretó en el 85’ y esto derivó en un nerviosismo total para Géiner Segura y sus dirigidos hasta el cierre.
Pecados ante el arco. Los blanquiazules sufrieron por decisión propia, ya que en la etapa inicial pudieron liquidar el juego y sacar una diferencia de tres, cuatro o cinco goles.
Sin duda que se le tiene que dar méritos al Jussef Delgado por su buena actuación, pero los fallos de los centenarios fueron increíbles. En esta ocasión hay que darle la razón al técnico Segura y hasta comprender toda la frustración que pudo sentir al ver como Róger Rojas perdonó dos manos a manos y otra acción en la que entró solo a pase de Ronaldo Araya.
Y es que lo del conjunto de la Vieja Metrópoli fue un monólogo en el primer tiempo, con 14 remates (seis directos), mientras que la visita apenas intentaron dos veces y solo una al arco. Sin embargo, se fueron al descanso 0 a 0.
Pérez no ofreció nada y apenas se limitó a defenderse y esperar muy atrás.
Presión total. Los brumosos llegaron a la jornada nueve sabedores de que no tenían permitido fallar o de lo contrario, las repercusiones en la tabla iban a ser muy graves para ellos.
Si su arranque en el certamen fue irregular, con ganes sonados ante Alajuelense y Saprissa y derrotas por goleada, de a poco se metieron en problemas más serios, al punto de caer en la fecha siete ante Guadalupe (1 a 0) y en la ocho frente a Herediano (2 a 0).
A esto se suma que una vez más les ha sido complejo hacer respetar el Fello Meza, si se toma en cuenta que en los cuatro compromisos previos en su reducto apenas sumaron de a tres en dos (San Carlos 5 a 1 y Saprissa 1 a 0), pero igualaron 1 a 1 con Guanacasteca y mordieron el polvo con los guadalupanos.
Si hablamos de presión, los generaleños llegaron más urgidos que nunca: ocho fechas sin ganar (cuatro empates y cuatro derrotas), en el último lugar, apenas cinco goles a favor, el cuarto equipo con menos remates directos en todo el certamen (26) y con cambio de entrenador incluido.
Peor no pudieron iniciar los generaleños, quienes tenían grandes esperanzas con Paulo César Wanchope, pero ante los malos resultados la dirigencia optó por sacarlo y darle espacio al guatemalteco Amarini Villatoro. Pese a la modificación, uno de los grandes problemas que arrastran los del sur es la carencia de un hombre gol.