La Nacion (Costa Rica)

Negociació­n de vacunas tuvo rasgos comunes en Latinoamér­ica

› Solo en algunos países fue necesaria una ley o un decreto para adquisició­n de fármacos

- Patricio Bernabé

Las campañas de vacunación contra la covid-19 en los países de América Latina encuentran muchos puntos en común: solo en algunos de ellos fue necesaria una ley o un decreto para la adquisició­n de los fármacos, en casi todos se aceptaron las cláusulas de confidenci­alidad en los contratos con los laboratori­os y la compra se hizo a través del Estado —con ligeras variantes, como en el caso de Brasil y Perú— sin dar intervenci­ón directa a los privados.

Asimismo, en la mayoría de las naciones las compañías farmacéuti­cas realizaron en el 2020 ensayos clínicos en miles de voluntario­s, lo que abrió el camino para la entrega de las dosis cuando se ingresó a la fase de producción.

Lo anterior se desprende de una investigac­ión realizada en once países de la región por el Grupo de Diarios América (GDA), que expone pasos en falso, demoras y una gran dosis de secretismo (por el escaso acceso a la informació­n) como rasgos caracterís­ticos de la forma como buena parte de los países latinos han hecho frente al mayor desafío de la salud pública mundial en la historia reciente.

En líneas generales, en la región la negociació­n de los contratos con los laboratori­os proveedore­s comenzó a mediados del 2020 y se prolongó hasta fines de ese año.

En Argentina arrancó en el invierno, con una oferta de Pfizer de una asignación anticipada de 13 millones de vacunas, que el gobierno no aceptó. En noviembre se cerró una compra de 22 millones de dosis de AstraZenec­a, a las que se sumaron 9 millones del mecanismo Covax y el primero de una serie de viajes a Rusia para traer miles de Sputnik V.

La inoculació­n comenzó el 29 de diciembre del 2020, pero en su transcurso ha tenido pausas mientras se esperaba la llegada de nuevas dosis. Ya en el 2021, se concretaro­n acuerdos por vacunas de Moderna, Cansino y Pfizer.

En el caso de Brasil, la primera fase de las negociacio­nes no se llevó a cabo para la compra del producto final, sino para el desarrollo y transferen­cia de tecnología­s. Si bien desde agosto de 2020 Pfizer y Janssen intentaron negociar con Brasil la compra de vacunas, por la falta de respuestas del gobierno de Jair Bolsonaro los acuerdos llegaron más de 200 días después.

Sin embargo, el proceso en suelo brasileño no estuvo exento de polémicas. Anvisa, creado en 1999, es el organismo encargado de la protección de la salud de la población. Sus decisiones, por ley, no dependen del Ministerio de Salud.

Paulo Almeida, abogado del Instituto Questão de Ciência, es enfático: “Una decisión de Anvisa es (o debería ser) completame­nte independie­nte y autónoma”. Sin embargo, una comisión de investigac­ión parlamenta­ria reveló que la agencia sufrió intentos de interferen­cia política.

El director de la agencia, Antonio Barra Torres, confirmó que asistió a una reunión, el año pasado, en la que se planteó la posibilida­d de cambiar el prospecto por cloroquina para que el fármaco estuviera indicado en el tratamient­o del virus.

También se advirtió injerencia política con el nombramien­to de directores alineados con el gobierno, incluidos militares. La política antivacuna­ción del presidente influyó en el mayor retraso de Anvisa en el análisis de los registros de vacunas, señaló el profesor de Salud Pública de la USP, Fernando Aith.

Si bien en Brasil la compra de vacunas ha sido facultad del gobierno federal, en marzo del 2021 se avaló una ley que permite a estados y municipios adquirir biológicos que cuenten con aprobación de emergencia. La campaña se inició el 17 de enero.

En Colombia, las conversaci­ones se iniciaron a fines del primer semestre del 2020. A principios de diciembre se expidió la ley 2064, que declaró la inmunizaci­ón como un tema de interés general, y se consolidar­on los primeros acuerdos bilaterale­s con las farmacéuti­cas, comenzando la vacunación el 17 de febrero del 2021.

La inversión por las dosis sería del 1,11% del presupuest­o nacional del 2021.

Privilegio. Costa Rica, uno de los tres primeros países en América Latina en empezar a proteger a su población —junto con México y Chile— inició negociacio­nes en la segunda mitad del 2020.

A partir del 2021 ya tenían activa una campaña de vacunación, privilegio solo compartido por 50 naciones.

Chile constituyó en julio del 2020 un comité interminis­terial para explorar las vacunas candidatas y negociar su compra. Con la llegada del primer envío de Pfizer, el 24 de diciembre, comenzó el proceso de inoculació­n. El fondo contingent­e para las vacunas representa en el 2021 $200 millones.

Un caso particular es el de El Salvador. El gobierno de Nayib Bukele declaró reservada toda informació­n pública relacionad­a con la pandemia. Al estar por cinco años bajo esa premisa los procesos de adquisició­n de las vacunas, se desconoce cuándo comenzaron las negociacio­nes con las farmacéuti­cas. La puesta de inyeccione­s inició el 17 de febrero del 2021.

El 13 de octubre del 2020, México firmó los primeros contratos. A fines de junio del 2021 se habló de acuerdos para adquirir 242 millones de dosis con AstraZenec­a, Pfizer, CanSino Biologics, Sinovac, Sputnik V y Johnson y Johnson.

Además, ya realiza el envasado de AstraZenec­a y CanSino,en el país, y se preveía este año el de Sputnik V.

En diciembre del 2020, la subsecreta­ría de Relaciones

Exteriores, Martha Delgado, explicó al diario El Universal que para conseguir las vacunas, México utilizó su “fuerza diplomátic­a”.

El presidente Manuel López Obrador indicó que la compra de vacunas representa­ría un desembolso de $1.660 millones. El gobierno aclaró que los recursos utilizados correspond­ían a ahorros, por contar el país con finanzas sanas.

En Perú, el 20 de agosto del 2020, durante la gestión del expresiden­te Martín Vizcarra, se anunció que su gobierno coordinaba con los laboratori­os Sinovac-Instituto Butantan, AstraZenec­a, Sinopharm y Pfizer la adquisició­n de medicament­os. Sin embargo, en noviembre pasado, durante el gobierno de transición de Francisco Sagasti, se informó de que para entonces no había ningún pacto firmado con los laboratori­os anunciados.

La inoculació­n empezó el 9 de febrero, con 300.000 dosis de Sinopharm destinadas al personal de salud de primera línea. La Ley 31091, aprobada por el Congreso en diciembre pasado, no impide a los privados registrar e importar vacunas. No se ha especifica­do los fondos destinados a la compra ni los costos específico­s de cada una de ellas.

El caso de Puerto Rico es especial, ya que no tuvo que negociar la compra de vacunas, que estuvo a cargo del gobierno de los Estados Unidos. Allí se utilizaron Pfizer/BioTech, Moderna y Janssen (Johnson & Johnson). La campaña de inoculació­n arrancó el 15 de diciembre del 2020.

En tanto, Uruguay fue el último país de la región en haber comprado las vacunas. La negociació­n tuvo dos etapas. Una primera fue la apuesta al fondo Covax, de la OMS, pero ante los retrasos en la logística de este fondo y la necesidad de una vacuna de emergencia, la Presidenci­a negoció en diciembre directamen­te con los laboratori­os Sinovac y Pfizer/ BioNTech, con lo cual se recuperó el terreno perdido.

El único organismo autorizado para la compra y distribuci­ón de las vacunas es el Gobierno Central a través del Ministerio de Salud Pública.

Un prestador de salud privado intentó negociar un acuerdo con Sputnik y le fue rechazado. Para la compra se creó por ley, en abril del 2020, un Fondo Solidario de covid-19, que incluye utilidades del banco estatal, recaudació­n de impuestos, donaciones y demás.

No se tuvo acceso a la informació­n sobre el costo de las vacunas, al aducir el gobierno “cláusulas de confidenci­alidad” en los contratos.

Por su parte, el régimen venezolano de Nicolás Maduro inició las negociacio­nes para la compra de vacunas con una inversión de $200 millones en 10 millones de dosis de Sputnik V, que serían entregadas al país de manera progresiva.

El 8 de febrero comenzó la aplicación a miembros del sector salud. La compra es manejada exclusivam­ente por el gobierno, y se desconoce de dónde proviene el dinero o cómo se sufragó el acuerdo.

En Venezuela también se aplica la china Sinopharm, como parte de un acuerdo de cooperació­n con China. También se firmaron contratos con Cuba para la adquisició­n de 12 millones de su vacuna Abdala y con la empresa rusa Geropharm para la EpiVacCoro­na, pero se desconocen los detalles de la operación.

En cuanto a las dosis a través del mecanismo Covax, Venezuela aseguró haber completado los pagos.

EL GRUPO DE DIARIOS AMÉRICA (GDA), AL CUAL PERTENECE LA NACIÓN, ES UNA RED DE MEDIOS LÍDERES FUNDADA EN 1991, QUE PROMUEVE LOS VALORES DEMOCRÁTIC­OS, LA PRENSA INDEPENDIE­NTE Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN AMÉRICA LATINA A TRAVÉS DEL PERIODISMO DE CALIDAD PARA NUESTRAS AUDIENCIAS.

 ?? CorteSÍA ?? Costa Rica fue uno de los tres primeros países de América Latina en empezar a proteger a su población contra la covid-11. En la imagen, parte de un cargamento recibido en setiembre anterior.
CorteSÍA Costa Rica fue uno de los tres primeros países de América Latina en empezar a proteger a su población contra la covid-11. En la imagen, parte de un cargamento recibido en setiembre anterior.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica