20 casas, 20 banderas
Isabelita Quesada fue compañera de colegio de Esmeralda Pacheco y apenas oyó de la iniciativa de las banderas blancas, quiso participar de ella. Ella fue quien movió a toda su comunidad para lucir la insignia. “Yo me enteré y le dije a Esmeralda: ‘En mi barrio hay 20 casas, alísteme 20 banderas que ya paso por ellas’. Lo puse en el chat de vecinos y les dije: ‘Le entrego bandera solo al que en serio esté vacunado’. Todos más bien estaban entusiasmados con la idea, con decirle que yo me atrasé y me reclamaron que me estaban esperando”, recordó. Esta vecina del barrio al que apodaron Chalo González, pues no hay nombre “oficial”, asegura que algunos vecinos hasta le enseñaban su carné de vacunación como prueba de que no mentían. Para esta emprendedora, la vacuna es la mejor herramienta, pero confiesa que al inicio sí estuvo temerosa y con dudas, pero estas fueron aclarándose al hablar con profesionales de salud. “Yo era de las consumidoras miedosas, que no compran hasta que el otro compre. El empujón me lo pegó una prima porque sabía que yo tenía miedo. Y me dijo: ‘Isa, aquí está su cita’”, aseguró. Y añadió: “Tener miedo es lo más normal. Si usted tiene miedo, se informa. Y aquí en San Carlos me quito el sombrero con la CCSS y el Ministerio. Te visitan y te aclaran todas las dudas”. “Ahí está mi papá de 81 años, con dos vacunas, ahí están vecinos con enfermedades crónicas y ya vacunados”, destacó. Quesada perdió su negocio con la pandemia. Luego de 30 años de funcionamiento, tuvo que cerrar y despedir a colaboradores que llevaban más de 15 años con ella, pero asegura que agradece no haber perdido a ningún familiar y tenerlos a todos con salud.