Britney Spears celebrará su libertad con una tremenda compra
Ya sin el control y tutela legal de su padre, ella tiene muy claro lo que quiere hacer en su nueva vida.
Britney Spears quiere dejar atrás todos los recuerdos que vivió cuando estuvo bajo la tutela legal de su padre Jamie Spears y muchos de ellos se albergan en su hogar actual.
Es por eso que ahora que recuperó su autonomía y libertad económica, la princesa del Pop tiene planeado comprar una nueva propiedad en la que quiere vivir junto a su prometido, Sam Asghari. La información fue dada a conocer por TMZ, medio de farándula que compartió la noticia basada en una fuente cercana a la artista.
Desde el 29 de setiembre ella logró liberarse de la tutela gracias a la decisión de un tribunal de Los Ángeles. La suspensión de Jamie Spears es inmediata y él será reemplazado por un tutor provisional, informó la jueza Brenda Penny.
La compra de la casa significa para Britney la posibilidad de hacer lo que durante muchos años no puedo y ahora con la ilusión adicional de iniciar una nueva vida junto a su amor, esto sin importar si están casados o no, dijo la fuente. La persona allegada a Spears comentó que este sueño se materializará apenas ella tenga total disposición de sus finanzas.
Otra de las novedades es que Britney quiere incluso cambiar su ubicación, por lo que dejaría su actual residencia en las afueras de California para asentarse cerca de Los Ángeles y Hollywood. La cantante espera lograr este proyecto lo más pronto posible y alejarse de todas aquellas memorias experimentadas durante los 13 años que vivió controlada, sintiéndose incluso como una rehén.
En la primera década del milenio Britney, en el pináculo de la fama, empezó a manifestar una conducta errática coronada en febrero del 2007 cuando, tras abandonar el centro de rehabilitación en el que intentaba frenar el abuso de sustancias, se rapó la cabeza y escribió, como lo dijo la prensa estadounidense, una de las páginas más perturbadoras en el imaginario colectivo. La peluquera contaría después que Spears entró en el establecimiento y le pidió que la rapara, porque sus extensiones le apretaban demasiado.
Ante la negativa de la esteticista, la propia Britney cogió la maquinilla y se rapó por completo, con una mirada inexpresiva. Cuando se miró al espejo, se puso a llorar. Luego vinieron los paraguazos contra los paparazzi, otra escena inolvidable.
Pero todo parece indicar que el tiempo (casi) todo lo cura y hoy la artista es una mujer madura y dueña de sus actos.
Desde que trascendió la noticia de que Britney se librará de la tutela de su padre, ella ha hecho saber a sus allegados que tiene la sensación de “estar en una nube”. Poco después de que se supiera la noticia, Britney compartió una seguidilla de fotos en su Instagram en la que aparece desnuda (protegiendo con emojis de flores sus senos y partes íntimas) y en topples. Se muestra siendo ella misma. Libre.
“Jugar en el Pacífico nunca hizo daño a nadie”, escribió. Las imágenes recibieron millones de likes y miles de comentarios, entre ellos el de la famosa Paris Hilton, quien celebra ver a su amiga bien. “¡Me encanta verte tan feliz y libre! ¡Te lo mereces! Te amo”, comentó Hilton.