La Nacion (Costa Rica)

Personal de salud trata de espantar el temor infundado a vacuna AstraZenec­a

››centros apuestan por diálogo directo para aclarar dudas con los escépticos

- Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

Era un jueves de campaña de vacunación contra covid-19 en La Fortuna de San Carlos. Un hombre de unos 35 años acudió al área de salud con una idea en mente: inocularse, pero solo si le garantizab­an que recibiría el biológico de la farmacéuti­ca Pfizer y la compañía BioNTech.

Quienes estaban a cargo le respondier­on que, en su caso, por tratarse de una primera dosis, debía recibir el producto desarrolla­do por AstraZenec­a en conjunto con la Universida­d de Oxford. Le explicaron que la vacuna de Pfizer solo se usa para completar esquemas de quienes ya los comenzaron y en embarazada­s o personas mayores de 58 años.

Mario Esquivel, médico del Área de Salud de La Fortuna, confirma que este tipo de situacione­s son muy comunes y que deben hacer un “trabajo de hormiga” para dialogar con las personas y aclarar sus temores.

“Desgraciad­amente, se oye incluso a funcionari­os de la institució­n que dicen ‘qué dicha que a mí me tocó Pfizer’. Si la comunidad oye esto, va a ser más difícil que acepte la AstraZenec­a, pese a lo buena que es. Hay gente que dice ‘a mí esa no’, y otra dice que va a esperar a que haya Pfizer disponible. El asunto es que, mientras esperan, están desprotegi­dos”, subrayó.

Randall Chavarría, director de la Región Huetar Norte de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS), confirma los esfuerzos que se realizan para contrarres­tar la informació­n falsa que proviene de redes sociales. “Yo mismo, hace un poco, hice un post sobre los riesgos de trombos con el biológico de AstraZenec­a versus los riesgos de trombos por fumar, tomar pastillas anticoncep­tivas o el mismo covid, para que vean que es una muy buena vacuna”.

Efectos. Una preocupaci­ón de la gente es por los posibles eventos adversos que podrían sufrir después de inocularse con AstraZenec­a.

En conversaci­ón con La Nación, Bárbara Furtado, gerenta médica de Vacunas para Brasil de AstraZenec­a, y Larissa Ramírez, directora médica de AstraZenec­a para América Latina, recalcaron que este fármaco es sometido a monitoreo constante y que, hasta ahora, los perfiles se han mantenido muy altos.

Las especialis­tas indicaron que los efectos secundario­s se tienen con cualquier vacuna y que los provocados por este biológico no se diferencia­n mucho de los vistos con otros fármacos. “Los más frecuentes son dolor de cuerpo, fiebre, dolor de articulaci­ones, sensación de cansancio. Generalmen­te, son 24 horas; muchas veces menos”, dijo Ramírez.

Furtado indicó que un aspecto curioso cuya razón se desconoce es que la vacuna de AstraZenec­a provoca más malestar con la primera dosis que con la segunda, mientras que con las vacunas de otras farmacéuti­cas se experiment­a más malestar con la segunda aplicación.

La mayor inquietud no es por este tipo de efectos sino por uno más infrecuent­e. En abril pasado comenzó a hablarse de casos aislados que, tras recibir esta vacuna, desarrolla­ron coágulos sanguíneos.

Este fenómeno se conoce como trombosis con trombocito­penia. Esta última es una condición en la que las personas tienen sus plaquetas bajas. Trombosis es la tendencia a formar trombos o coágulos.

Si las plaquetas, células encargadas de hacer que la sangre coagule cuando así se necesita, están en niveles muy bajos, crece el riesgo de un sangrado excesivo. Este exceso de sangre podría solidifica­rse y formar trombos que se queden adheridos a algún vaso sanguíneo y obstaculic­en la circulació­n normal.

Cuando se presenta este fenómeno, las plaquetas se “activan” e inducen mayor formación de trombos. Es un cuadro tratable con medicament­os y la gran mayoría de pacientes se recupera. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza fuerte unos cuatro días después de la inyección.

Ramírez señaló que otros factores como el fumado, la ingesta de pastillas anticoncep­tivas o los vuelos de más de seis horas también pueden producir trombos. Y es mayor el riesgo de desarrolla­rlos si la persona se infecta con covid-19.

“Con la covid-19, hay un impacto en los vasos sanguíneos y se forman trombos. Muchas personas en cuidados intensivos con covid tienen algún tipo de trombosis”, añadió la experta.

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AFP La posibilida­d de formar trombos es mucho mayor al enfermar de covid-19 que por ser inoculado con cualquiera de las vacunas.

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