‘Siento una falta de respeto a mi trayectoria, a la primera me sacaron’
Critica a Agustín Lleida y revela que cuatro futbolistas dieron quejas a la gerencia a sus espaldas
Luis Marín todavía digiere su salida de Alajuelense. Hace 11 días quedó fuera del equipo manudo luego de ser eliminado de la Liga Concacaf ante el Guastatoya de Guatemala, sin embargo, no fue hasta ahora que el timonel decidió salir de su silencio en una conversación con La Nación.
––Vamos a su comunicado ante la salida. Aseguró que algunos jugadores no se sintieron cómodos con su metodología. ¿Me explica eso?
—Lo que quise dar a entender es que el equipo tenía una idea diferente que venía trabajando desde hace dos años y cuando llego, hubo resistencia a ese cambio, algunos sintieron el cambio más que otros.
––¿Pero qué es? ¿Usted trabaja más horas? ¿Hace muchas repeticiones? ¿Qué fue lo que no gustó?
—La forma de trabajar mía es exigente, me gusta la situación real de juego, ser repetitivo en la parte ofensiva y defensiva, tratar de que las cosas salgan con perfección. Soy exigente, intenso, repetitivo, más que todo es esa es mi forma de trabajar, no sé si es la peor o la mejor. No hay verdad absoluta pero es la forma mía de trabajar.
––¿Sus entrenamientos eran más largos y el equipo no estaba acostumbrado?
—La duración no pasaba de hora y media máximo, lo que sí tal vez es que las tareas de entrenamientos y ejercicios eran más intensos y eso causó cierta resistencia.
––¿Cómo notó usted esa resistencia de los jugadores?
—Hay un tema ahí que los jugadores, algunos, tres o cuatro fueron y hubo quejas ante el gerente deportivo y él me comunicó a mí. Son tres o cuatro, porque la mayoría son jóvenes y no tienen la confianza para hacer eso. Entonces, tuvimos algunas reuniones con el cuerpo técnico para buscar un equilibrio.
––¿En algún momento los capitanes o jugadores le dijeron de esta incomodidad?
—La gerencia me lo dijo, pero del grupo no recuerdo que se sentara nadie conmigo a decirme. Sí tuve conversaciones con los muchachos, a raíz de eso (la conversación con la gerencia deportiva), para tener un punto de entendimiento de las dos partes. La gerencia me hizo el comentario que viéramos la situación para solucionar el tema. Tuvimos una reunión con ellos (los jugadores), me explicaron su forma de trabajo; la diferencia al final siento yo que era en las tareas.
––Estos cuatro futbolistas tenían que poseer fuerza ante la gerencia.
—Sí, con la gerencia tienen fuerza, no sé quiénes pueden ser, nunca se me dijo nombres, pero siempre traté de ser honesto y leal y conversar con todos.
“No hubo el mismo respaldo, ni el mismo apoyo que tuvo el técnico anterior”.
––¿Cómo describiría el camerino? ¿Está bien?
—El camerino lo noto, a ver... me inquieta un poco que hubo dos o tres quejas de tres o cuatro jugadores que se fueron a hablar con la gerencia. Yo de frente hablé con ellos, cinco veces hablé con los capitanes, con jugadores de experiencia. Lo hice de frente. Lo que sí me queda es que las quejas o la incomodidad, pues siempre estuvo, pero fue en algunos. Eso generó alguna presión en la gerencia o también fue creciendo la incomodidad, pero son pocos.
––¿Es correcto que la Liga como club le dé su camerino a hombres que hacen sus primeras armas? Así sucedió con Carevic, ahora con Rudé...
—Uno sale un poco decepcionado en la forma cómo lo tratan, porque no se me dieron las mismas oportunidades. Siento una falta de respeto, a mi trayectoria, de que en la primera oportunidad, pues, me saquen así , en el primer fallo. Y digo ‘fallo’, porque el equipo está peleando por el campeonato. En la primera me sacan y no siento la misma oportunidad, no se me midió con la misma vara que los otros.
”El tema de don Albert (Rudé), él es una persona muy preparada y él me hacía los reportes de los rivales. Cuando yo llego a la Liga, Agustín me dijo que ya estaba contratado como un asistente más, y estaba haciendo la función del estudio de los rivales.
”Uno se siente decepcionado que a la primera oportunidad lo sacan y ponen a alguien que me habían dicho que era para otra cosa, quedé confundido. Se privilegia eso de la amistad o el conocimiento mutuo” .
––¿Para usted ya había un plan de Agustín Lleida para que Rudé asumiera el equipo?
—Exactamente me queda la duda, a cualquier persona que yo le cuente esto le va a quedar la duda, no podría afirmarlo, pero queda en el aire, y eso es lo que siento.
––¿Usted lo aceptó como asistente o se lo impusieron?
—Sí, porque ya estaba contratado. A mí me dijeron la función que estaba haciendo, entonces, desde que yo llegué conversamos y me pasaba información de los rivales. La idea era que viniera a final de año para integrarse al cuerpo técnico; él ya ayudaba en análisis de rivales.
––¿Cómo era su relación?
—Perfecta, mucho respeto. Con él no tengo ningún problema, ni mucho menos.
––¿Usted no temió que si se lo ponían era porque era su posible sustituto?
—No, para nada, porque inclusive este tema lo conversé con Agustín y le dije que fuéramos honestos, pero él me dijo que solo era para esa función (analizar videos) y que la idea de él (Rudé) jamás era dirigir el equipo, pero bueno, las cosas cambiaron, no sé si la urgencia, el momento... No tengo respuesta... al final todo queda en el aire.
––Lleida en una nota en La Nación dio a entender que usted no iba con la identidad de Alajuelense ¿Cómo toma eso?
—Es injusto lo que dice, esas declaraciones son desafortunadas y quiero defenderme. No soy un técnico super defensivo, sí soy equilibrado, me gusta que los equipos sepan defender y atacar, porque uno no puede atacar siempre. Sí hubo de alguna manera algunas quejas de que jugadores decían que por qué trabajar lo defensivo.
––¿Usted se sintió respaldado por Agustín Lleida?
—No hubo el mismo respaldo, ni el mismo apoyo que tuvo el técnico anterior, pese a que se gane o no se gane, para mí es una falta de respeto grande que se diera la oportunidad tres torneos para dar resultados, pero a nosotros, eso no se nos dio y a los 52 días nos sacan. Fue una humillación.