‘Bullying’ a niños con autismo ‘es algo de todos los días’
››Representante de grupo: ‘Falta mucho’ para alcanzar la plena inclusión
Los centros educativos en el país aún tienen un largo camino por recorrer para lograr la inclusión de niños con autismo, aseguró la vicepresidenta de la organización Mariposa Azul, Paola Vega.
Ella le ha dado seguimiento cercano al niño que fue atacado por un compañero de clase, este martes, en la Escuela Tranquilino Sáenz, en Santa Bárbara de Heredia.
Vega, quien se especializa en derechos humanos para personas con trastorno del espectro autista (TEA), explicó que tener un hijo con autismo la ha llevado a entender las condiciones hostiles que enfrentan estos niños en las escuelas y colegios.
“A pesar de que se habla de una educación muy inclusiva, todavía a los centros educativos les falta mucho. La constancia con que la organización ve estos casos, usted no me va a creer, pero es algo de todos los días, papás y mamás que llaman constantemente preguntando cómo pueden hacer, cuál es el debido proceso para que a su hijo se le active una adecuación, o que su hijo está sufriendo bullying”, contó Vega.
“Incluso, los mismos docentes, si son nuevos, no conocen la dinámica del niño; de manera verbal los han puesto a ellos en una situación de vulnerabilidad porque ya son vulnerables por su condición, pero los ponen en una situación de vulnerabilidad frente a sus compañeros y eso detona el bullying”, agregó.
Prolongado. Vega indicó que la mamá del niño agredido les había pedido ayuda porque la violencia contra su hijo ya llevaba varias semanas.
El acoso que enfrentaba en la escuela era tal que empezó a comer menos y a sufrir problemas gastrointestinales. Además, dejó de ir al centro educativo por un tiempo.
“El niño ha venido presentando situaciones a nivel psíquico y psicológico arraigadas a todo este proceso que se ha dado en contra de él, a tal punto que tuvo que empezar a recibir un tratamiento con un gastroenterólogo para poder ayudarlo en la parte alimenticia”, detalló.
Vega relató que la organización estaba próxima a presentar un recurso de amparo en favor del niño, porque ni la directora de la escuela ni la maestra se mostraron dispuestas a colaborar.
Ante esto, acudieron a la Dirección Regional de Heredia, donde tuvieron una reunión y se habría llegado a un acuerdo con respecto a la atención que recibiría el pequeño; sin embargo, este no se sostuvo.
“Cuando el niño regresa después de esta reunión que tuvo la madre con la directora del centro educativo, parte de los acuerdos era sensibilizar a la docente y a los compañeros, y más que no sabemos cómo se habían desatado cosas como decir que él era mentiroso; al niño se le empezó a etiquetar, se le empezó a ‘bullear’”, agregó Vega.