La Nacion (Costa Rica)

Guerra a pandillas de Bukele se mueve entre errores y arbitrarie­dad

››Régimen de excepción en El Salvador desata cuestionam­ientos

-

SAN SALVADOR. AFP. Hace un mes que los primos Juan y José están en prisión, acusados de colaborar con las pandillas a las que el gobierno de Nayib Bukele les declaró la guerra en El Salvador. Pero la familia dice que hay un error.

Ambos son músicos de batucada. Juan Erazo, de 24 años, además estudia en la universida­d. José Orellana, de 22, es ayudante de carpintero. Viven en Mejicanos, en un barrio dominado por pandillas en el norte de la capital.

La noche del 5 de junio, la policía llegó a la casa de Juan. Su esposa Ana Gabriela Arita, de 20 años, dice que le pidieron con cortesía que los acompañara a la delegación policial para “averiguaci­ones”. Pero no volvió más. Igual ocurrió con José, que vive a pocos metros de su primo. “Son inocentes”, asegura ella, mientras muestra en su celular una foto de su esposo Juan.

En respuesta a una escalada de 87 asesinatos cometidos entre el 25 y 27 de marzo, el Congreso acogió un pedido de Bukele para decretar un régimen de excepción, que se ha extendido al menos hasta fines de julio, y ha permitido detener sin orden judicial a más de 43.000 presuntos pandillero­s.

La mayoría de ellos relacionad­os supuestame­nte con la Mara Salvatruch­a (MS-13) y Barrio 18, que por décadas han sembrado terror en el país.

La medida cuenta con más del 90% de respaldo ciudadano, según recientes encuestas. Comerciant­es celebran que con la mano dura del gobierno han disminuido las extorsione­s que realizan estas agrupacion­es delictivas, y ciudadanos dicen caminar más seguros por la calle.

Pero organizaci­ones como Amnistía Internacio­nal y la ONG Human Rights Watch han cuestionad­o los procedimie­ntos y llamado al mandatario a respetar los derechos humanos. En tanto, el gobierno de Estados Unidos mostró su preocupaci­ón por detencione­s “arbitraria­s” y “muertes de detenidos”.

Al respecto, Ana Gabriela cuenta que las detencione­s ocurrieron producto “de una denuncia anónima, totalmente difamatori­a”.

“No hay por dónde decir que él (Juan) era delincuent­e, si lo único a lo que se dedicaba era a estudiar y trabajar”, argumenta en tono triste la joven, quien también estudia con su pareja en la Universida­d de El Salvador.

Juan dirige desde hace cinco años un grupo musical de batucada llamado “Rusamba” compuesto por más de una treintena de personas, entre ellas su esposa y su primo José. Ellos viven de los cobros de las presentaci­ones.

“Ha sido un infierno”, remarca Ana Gabriela, quien dice saber “poco” de la condición de su esposo y su primo, ambos recluidos en el centro penal de Izalco, 60 km al suroeste de San Salvador.

En medio de la ola de detencione­s, entre marzo y junio 456 personas detenidas durante el régimen de excepción fueron puestas en libertad al no encontrar méritos para continuar en prisión, según reveló la Fiscalía.

“Nuestra esperanza es que se haga pronta justicia (...), no le tenemos miedo a la investigac­ión porque sabemos el tipo de personas que ellos dos son”, sostiene.

Un abogado defensor público asignado únicamente ha dicho a la familia que, por el momento, seguirán presos. Pero sus allegados dicen que seguirán en la lucha por liberarlos.

A favor y en contra. “Ha cambiado bastante la situación en el país, uno se siente más seguro, se siente un poco más tranquilo en las calles, ya no hay gente que lo baje a uno de los buses o que le bajen (le roben) el dinero”, dice en referencia a los pandillero­s Rafael Sandoval, un comerciant­e informal de San Salvador de 52 años.

Alonso Arreola, de 54 años y también comerciant­e en la capital, asegura que “ahora” ya puede “circular” por distintas colonias sin problemas.

El Jefe de Estado, quien informa con orgullo la disminució­n de la actividad delictiva tras su plan, prometió “arreciar la guerra” contra las pandillas, luego del reciente asesinato de tres policías. Los operativos de búsqueda de delincuent­es se mantienen por parte de la policía con ayuda del Ejército, mientras avanza la construcci­ón de una megacárcel para encerrar a 20.000 pandillero­s.

 ?? AFP ?? Soldados requisaron a usuarios de un autobús en Santa Ana, en busca de integrante­s de pandillas.
AFP Soldados requisaron a usuarios de un autobús en Santa Ana, en busca de integrante­s de pandillas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica