La Nacion (Costa Rica)

‘Las señales del presidente Chaves son preocupant­es’

diario digital salvadoreñ­o trasladó operación administra­tiva a Costa rica; dicen creer que democracia tica puede superar ‘matonerías’ políticas

- Ferlin Fuentes ferlin.fuentes@nacion.com

El diario digital salvadoreñ­o El Faro anunció el jueves anterior que traslada su operación administra­tiva a Costa Rica ante el acoso constante del aparato estatal dirigido por el presidente Nayib Bukele.

Según Óscar Martínez, jefe de informació­n de este medio, son “preocupant­es” las señales que el mandatario costarrice­nse Rodrigo Chaves ha dado en contra de medios ticos desde que era candidato, pero El Faro todavía cree en la solidez de la democracia de Costa Rica y en su división de poderes.

––¿Cuál es la expectativ­a de ‘El Faro’ en Costa Rica?

—Nuestra expectativ­a es que en Costa Rica hay más garantías que en El Salvador para poder enfrentar cualquier tipo de acusación de una manera limpia; el hecho de poder estar exentos de recibir acusacione­s espurias motivadas por razones políticas de persecució­n a la prensa libre.

––¿Cómo evalúa ‘El Faro’ el comportami­ento del mandatario costarrice­nse con la prensa en el país?

—Nosotros lo hemos dicho ya y creemos que el presidente costarrice­nse ha dado unas señales muy preocupant­es en sus manifestac­iones en contra de la prensa, a la cual insultó en su momento públicamen­te. Si no me equivoco, hace un tiempo los comparó con ratas. Las señales del presidente Chaves, respecto a la prensa, vienen siendo muy preocupant­es desde que él era candidato, y eso es algo de lo que nosotros hemos hablado en el periódico.

”Sin embargo, creemos que la solidez de la democracia costarrice­nse, construida a lo largo de décadas por la ciudadanía, aún se sostiene y aún puede prevalecer ante matonerías de ese tipo”.

––¿Cómo ha sido el trabajo periodísti­co en los últimos años en El Salvador?

—El trabajo periodísti­co en El Salvador siempre ha sido complicado para El Faro por una razón muy sencilla: una de las esencias editoriale­s de El Faro es vigilar el poder mientras el poder se ejerce; entonces, no hay ningún gobierno salvadoreñ­o al que le hayamos sido agradables.

”Lo que cambió con la llegada de Nayib Bukele, en junio del 2019, es que poco a poco fue tomando control de todo el Estado. Ya no era simplement­e la persecució­n que podíamos sufrir de alguna institució­n o de algunos miembros de institucio­nes públicas, sino de que Bukele consolida todo su control sobre el Estado.

”Lo que El Faro ha sufrido es un intento de aplastamie­nto de todo el Estado controlado por un hombre; eso es lo que ha cambiado desde que Bukele llegó al poder.

”Es decir, en El Faro ya habíamos sido amenazados de muerte por publicacio­nes, ya habíamos tenido que hacer exilios preventivo­s, ya habíamos tenido, incluso, escolta armada en gobiernos anteriores. Pero, desde la llegada de Bukele, el intento de destrucció­n del periódico es sistemátic­o y es de parte de todo el Estado, y aquí te ejemplific­o: todos los periodista­s de El Faro, o la gran mayoría, hemos sido víctimas de difamacion­es directas pronunciad­as por funcionari­os públicos”.

––Acusacione­s como “lavadores de dinero”.

—Ese es un ejemplo. Desde sus cuentas abiertas, nos han acusado de ser lavadores de dinero y hasta de ser líderes de las pandillas, esas mismas pandillas a las que hemos denunciado periodísti­camente por su actividad criminal desde mucho antes de que este gobierno llegara a la presidenci­a.

”Hemos tenido indicios de los procesos judiciales que intentan achacarles a algunos miembros de la redacción; hemos tenido diferentes situacione­s por parte de la Fiscalía por casos completame­nte absurdos e infundados, tanto que no se han logrado demostrar de ninguna forma, por más intentos que la Fiscalía ha hecho.

”Ahora, vamos a puntualiza­r: 22 miembros de El Faro sufrimos de intervenci­ones telefónica­s y de nuestras comunicaci­ones privadas con el software Pegasus dentro de la administra­ción de Bukele. Un software que solo se vende a Estados, y este es un Estado controlado por un hombre”.

“Lo que ‘El Faro’ ha sufrido es un intento de aplastamie­nto de parte de todo el Estado controlado por un hombre”.

––‘El Faro’ no se retira de El Salvador, solo trata de asegurar su operación al trasladar el área administra­tiva a Costa Rica. Pero el corazón del diario, la redacción, se mantendrá en pie de lucha en San Salvador, ¿cierto?

—Claro. En el caso del periódico, solo puntualizo la razón por la que estamos sacando la parte administra­tiva, porque se han empezado a dar muchas especulaci­ones. El Faro tributa todos los impuestos que ha tenido que tributar en El Salvador.

”La cuestión es que sistemátic­amente, y desde hace años, empezó el acoso de parte de Hacienda. Los inspectore­s de Hacienda básicament­e tomaron por semanas el periódico durante ciertos periodos, haciendo imposible para la redacción estar trabajando desde el lugar.

”Esas auditorías, que ya hemos denunciado en otros editoriale­s, son evidenteme­nte maliciosas y pretenden sustentar lo que el presidente ya anunció en cadena nacional antes de que los asesores llegaran a El Faro.

”El presidente ya nos había acusado de lavar dinero en una cadena nacional, mostrando imágenes de una comparecen­cia a la que nos citó la Asamblea Legislativ­a, a Carlos Dada (director general de El Faro) y a mí; es decir, el presidente ya había concluido un supuesto delito que habíamos cometido y todo parece que Hacienda quiere sustentarl­o de la forma que sea”.

––¿El principal objetivo es evitar que a ‘El Faro’ le suceda lo que le pasó al diario ‘La Prensa’ en Nicaragua, medio que fue cerrado por la dictadura de Daniel Ortega?

—Correcto, creo que es un símil adecuado. Estamos intentando proteger que ocupen, que tomen, que destruyan nuestra institucio­nalidad con argumentos ficticios tratando de justificar lo que el presidente ya anunció: que nos quieren acusar de lavado de dinero.

”Es muy válido hacer ese símil. Con eso, estamos intentando evitar que esté a su alcance (de Bukele) destruir la institució­n (...)”.

––El lector debe tener claro el escenario. En El Salvador, el pueblo le brindó al oficialism­o el control del Congreso, y de ahí parten todas las reformas judiciales que se implementa­ron en los últimos años y que le permiten al Gobierno tener el control de los poderes públicos. Creo que lo que sucedió en su momento en Nicaragua está a un paso de consumarse en El Salvador. ¿Lo ve así?

—Voy a poner unos matices a lo que usted detalla.

”De lo que usted considera, Bukele tiene un enorme apoyo popular. De momento, tiene un encantamie­nto sobre la sociedad salvadoreñ­a, que le responde. Ahora, Bukele no ha logrado concentrar todo el poder solamente por la elección popular. Lo ha logrado hacer gracias a una mezcla de decisiones populares e imposicion­es inconstitu­cionales.

”Por ejemplo, ¿Bukele es presidente porque lo eligió la gran mayoría de salvadoreñ­os? Sí, así es. ¿Bukele controla la Sala de lo Constituci­onal porque se lo permitía la Constituci­ón? No: controla el Poder Judicial porque él hizo una imposición inconstitu­cional utilizando su Asamblea Legislativ­a para poder tomar ese órgano del Estado.

”En tanto, Bukele será candidato presidenci­al de nuevo, en febrero del 2024, violando la Constituci­ón porque se lo permitió esa Sala de lo Constituci­onal a la que él impuso.

”Entonces, la carrera de Bukele es una mezcla de apro

vechamient­o de su popularida­d en este momento, entre la población salvadoreñ­a, y de su vocación antidemocr­ática. El hombre ha (...) utilizado el poder que le fue concedido en las urnas, pero de forma antidemocr­ática.

”Yo creo que Bukele está dando pasos absolutos para continuar consolidan­do la palabra dictador, sí lo creo. Lo creo tanto que hemos expresado esto en un editorial del periódico. Después de que Bukele se reelija inconstitu­cionalment­e en febrero del 2024, se va a haber consolidad­o como un dictador”.

––¿Cómo se trabaja en un país en el que casi todo opera mediante el secreto?

—En El Salvador ya no hay transparen­cia, ya no hay informes. Prácticame­nte todas las partidas de gastos tienen reserva total en El Salvador. Seguimos bajo régimen de excepción después de un año, restándole­s garantías constituci­onales a todos los ciudadanos, pero además todos los juicios del régimen de excepción, por petición gubernamen­tal y por solicitud de la Fiscalía, que ahora controla todos los juicios de más de 60.000 personas arrestadas, son ocultos, no pueden ser revelados.

”Nosotros hemos logrado revelar algunos, pero todo está ocurriendo en la oscuridad. (...) Si El Salvador, en términos de división de poderes y administra­ción de Estado, se parece a una democracia, en términos de manejo de informació­n pública, esto es una dictadura”.

––¿Cómo es el día a día de los periodista­s en El Salvador? Me refiero a la manera de conversar con las fuentes.

—Es mucho más complicado y más caro, esa es mi respuesta.

“Muchos periodista­s aquí hemos tenido todos los indicios de seguimient­o con agentes de inteligenc­ia del Estado. La persecució­n de nuestras fuentes es brutal; incluso, hay muchos funcionari­os que nos han llamado diciendo que de alguna forma aclaremos que no hemos hablado con ellos porque están a punto de despedirlo­s y nuestra respuesta es que efectivame­nte nunca hemos hablado con ellos, no hay nada que podamos hacer.

”Hay fuentes nuestras que han sido despedidas, hay fuentes que han sido amenazadas con daños que van más allá de la legitimida­d de lo que el Estado le permite a un funcionari­o público, con amenazas directas por hablar con nosotros. Hay pruebas de polígrafo en algunas institucio­nes, donde se pregunta si los empleados han hablado con algún periodista de El Faro.

”Con lo de Pegasus ya ni siquiera necesitaba­n seguirnos. Imagínate que en mi caso, que soy el que tengo más ingreso registrado, tengo 42 intervenci­ones de Pegasus en 17 meses. Pero otras personas del periódico que tuvieron menos intervenci­ones, pero más prolongada­s, como Carlos Martínez o Carlos Dada, ellos llegaron a tener más de 200 días de intervenci­ón efectiva.

”Es decir, realmente habitaban en los teléfonos y eso les permite saber absolutame­nte todo. No solo cuáles son tus movimiento­s con algunas fuentes con las que hablabas, sino tus correos electrónic­os, cuentas bancarias; en fin, tus movimiento­s en general.

”Dicho de una forma más sencilla: les permite saber perfectame­nte a quien amas, por ejemplo. Nadie invierte tantos millones de dólares en una intervenci­ón de Pegasus si no los utiliza para, tarde o temprano, hacerte daño.

”La vida es muy complicada. Hay periodista­s que han renunciado al periódico por esa presión, hay periodista­s que han decidido irse del país, incluso, por esa presión. Por respeto, no diré sus nombres.

”Hay periodista­s a los que tuvimos que sacar del país para escribir una pieza porque, por las reformas legales, corren el riesgo de que los acusen de delitos espurios para meterlos décadas en prisión.

”Hay fuentes que, para reunirse con nosotros, nos piden que hagamos toda una operación, como alquilar un lugar y reunirnos en ese sitio alejado de la capital durante una hora. Lo que antes nos costaba un café, ahora nos cuesta alquilar un sitio en algún lugar recóndito de otra ciudad.

”Hay fuentes que nos han pedido que, para dar más informació­n, nos veamos fuera del país. Ahora nos cuesta tener que tomar un vuelo y reunirnos con alguien en otro país para obtener informació­n”.

––Pero esto cada vez más se parece a Nicaragua. El tener que sacar a los periodista­s fuera de El Salvador para que escriban sus piezas, porque las reformas judiciales los ponen en riesgo de pasar años en una cárcel, es justamente lo que sucede en Nicaragua.

—Creo que la diferencia con El Salvador, de momento, es que Bukele aún se siente fuerte en su popularida­d. Entonces, al sentirse fuerte en su popularida­d, aún no ha terminado de desatar todas las piezas represivas que tiene a su disposició­n y que ha ido confeccion­ando. Es decir, al sentirse cómodo en la enorme popularida­d que tiene entre la población, algo de lo que Daniel Ortega carece, Bukele aún continúa refugiándo­se en eso y tiene ahí preparado todo el tablero para utilizarlo cuando la popularida­d sea menor.

––Imagino que me habla del crecimient­o en el número de personas en el Ejército. Hoy no lo necesitan, pero quizás mañana sí.

—Por ejemplo, él está duplicando el Ejército en un país que no está en guerra, en un país donde uno de sus acuerdos de paz, en 1992, fue la reducción del Ejército. Ese fue uno de los grandes logros de la guerra, y se está retrocedie­ndo. Bukele está modificand­o todo el entramado del Código Penal para que, por ejemplo, alguien que informe sobre pandillas y genere “zozobra” en la población, pueda ir hasta 30 años preso.¿Qué es generar zozobra? Lo que les dé la gana a sus jueces.

 ?? COrtESÍA ??
COrtESÍA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica