Abogado alega que no había ADN de imputado en sitio de crimen de médica
Erick Gatgens, abogado de Luis Carlos Miranda en el juicio por el asesinato de la doctora María Luisa Cedeño, sostuvo que no se encontró ningún rastro de ADN de su cliente en la habitación número 3 del Hotel La Mansion Inn, en Quepos de Puntarenas, donde se cometió el crimen, el 20 de julio del 2020.
De esta forma, Gatgens continuó este lunes con las conclusiones del debate, realizado en el Tribunal Penal de Goicoechea.
El abogado defensor se dedicó a refutar la tesis del Ministerio Público, según la cual en el sitio se encontró material genético de solo uno de los tres imputados, el exempleado del hotel Teodoro Herrera, pero que la escena se había manipulado.
En declaraciones a la prensa, Gatgens detalló que “de la evidencia traza, que no es visible al ojo humano, no se puede hacer una limpieza selectiva. Es decir, yo no puedo discriminar y decir: ‘Limpio o borro la evidencia de una persona y dejo la de otra persona’.
”Para detectarla se requiere una serie de instrumentos y capacitación que, en este caso, no se demostró que Luis Carlos tuviera”.
“La escena contenía una gran cantidad de evidencia traza; de hecho, fueron analizadas, solo por la Sección de Bioquímica, si mal no recuerdo, alrededor de 36 evidencias en diferentes lugares, y ninguna de esas evidencias vincula a Luis Carlos”, agregó.
Gatgens hizo un recuento de los indicios que, para la Fiscalía, involucran a Miranda con el crimen. Los fiscales sostuvieron en sus conclusiones que, a diferencia de lo que afirma la defensa, Miranda no estaba en el hotel realizando un trabajo de marketing junto con el entonces dueño y también imputado, Harry Bodaan, sino que estaba interesado en mantener un encuentro sexual con este último.
El abogado recordó las declaraciones de quien fue encargado del mantenimiento del hotel, Lester Jiménez, quien había ido a buscar a Miranda cuando Bodaan les dijo a todos en el lugar que se reunieran en el lobby, después de que se encontró el cuerpo de Cedeño.
Según Gatgens, Jiménez encontró a Miranda “trabajando frente a la computadora” en una habitación.