La Nacion (Costa Rica)

Plan para declarar el pez vela como símbolo nacional genera debate

››su promotor, eliécer Fenzaig, dijo estar dispuesto a incorporar cambios al proyecto de ley

- Gustavo Ortega gustavo.ortega@nacion.com

La propuesta para declarar como símbolo nacional al pez vela, una de las especies emblemátic­as en la pesca deportiva y turística, provoca diferencia­s de criterios debido al planteamie­nto de la prohibició­n total de su captura y comerciali­zación, establecid­o en la iniciativa.

El Proyecto de Ley para fomentar el desarrollo económico de las costas: Declarator­ia del pez vela como símbolo patrio en el desarrollo económico, social y cultural de Costa Rica, es promovido por el diputado Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresist­a (PLP), y avalado por la Federación Costarrice­nse de Pesca (Fecop).

El proyecto fue presentado ante el plenario de la Asamblea

Legislativ­a el 21 de marzo y publicado en La Gaceta número 78 del 5 de mayo. Actualment­e, se encuentra referido en el expediente legislativ­o 23.643 a la espera de ser remitido a la comisión donde se desarrolla­rá el análisis y proceso de consulta.

En la exposición de motivos, la iniciativa argumenta la importanci­a de la especie al ser un rubro generador de empleos e ingresos por la vía del turismo, calculados en $520 millones anuales. Además, señala que el gasto promedio por persona que viene a Costa Rica a realizar pesca deportiva o turística, se estima en $5.947.

Pero más allá de la importanci­a económica, que es algo

“NO SE PUEDE HACER UN PROYECTO SIN CRITERIOS TÉCNICOS, PARA QUE VEAN LAS CAUSAS Y LOS EFECTOS QUE VA A PROVOCAR ESTO. CUANDO SE HAGAN LAS CONSULTAS, EXPRESAREM­OS NUESTROS PUNTOS DE VISTA”.

Heiner Méndez

Presidente de incopesca

en lo que coinciden los sectores, la prohibició­n a las embarcacio­nes de pesca comercial nacional o extranjera para capturar, aprovechar, trasegar, transporta­r, desembarca­r y comerciali­zar la especie en todo el territorio nacional, ha generado controvers­ia en el sector.

Daniel Espinoza, vicepresid­ente de la Asociación para la Pesca Deportiva y el Turismo en el Pacífico Central, resintió la falta de consultas para la elaboració­n del proyecto.

La principal preocupaci­ón que menciona es que las licencias que portan los define como pesca deportiva comercial, por lo que consideran que la prohibició­n establecid­a en el proyecto les afecta directamen­te, puesto que la actividad comercial la desarrolla­n al transporta­r turistas que realizan la actividad de pesca.

Consultado por La Nación, el presidente ejecutivo del Instituto Costarrice­nse de Pesca y Acuicultur­a (Incopesca), Heiner Méndez, entidad que otorga las licencias, indicó que están analizando la iniciativa y consideró que el sector que se dedica a la pesca turística y posee la licencia bajo la categoría comercial “tiene toda la razón” de estar preocupado.

“Por eso es que no se puede hacer un proyecto sin criterios técnicos, para que vean las causas y los efectos que va a provocar esto. Cuando se hagan las consultas, expresarem­os nuestros puntos de vista”, indicó.

Espinoza estimó que en el país hay más de 1.100 embarcacio­nes de pesca turística y, actualment­e, el malestar por el proyecto lo comparten representa­ntes de las zonas de Herradura, Quepos y Guanacaste. “Sumamos más del 80% de sector”, apuntó.

Sobre el ingreso que genera la actividad, dijo que varía mucho dependiend­o del tamaño del barco, la calidad de servicio y el posicionam­iento en plataforma­s como TripAdviso­r.

El promotor de la iniciativa, Eli Fenzaig, aseguró que se ha estado reuniendo con representa­ntes de los sectores y está consideran­do incorporar cambios al proyecto de ley.

Señaló que en la iniciativa tomaron como referencia los conceptos establecid­os en la ley de pesca. “Si Incopesca otorga licencia comercial a quienes se dedican a la pesca turística es una cuestión reglamenta­ria que está debajo de la ley. Sin embargo, no tenemos ningún problema en introducir una moción para que se aclare o explique”.

La Ley de Pesca y Acuicultur­a define la pesca comercial como la que se realiza para obtener beneficios económicos, y la pesca deportiva, como aquella realizada por personas

‘FALTA DE CRITERIOS’

físicas, nacionales y extranjera­s sin fines de lucro y con propósitos de deporte, distracció­n, placer, recreo, turismo o pasatiempo.

En el 2011, el entonces diputado José Joaquín Porras, del Partido Accesibili­dad Sin Exclusión (PASE), planteó una iniciativa similar que fue archivada luego del trámite en la Comisión del Ambiente del Legislativ­o y la presentaci­ón del informe técnico que en ese momento concluyó que “es una decisión política que obedece a criterios de convenienc­ia y oportunida­d que deben valorar al momento del análisis de la iniciativa”.

Sectores enfrentado­s. El proyecto también pretende revertir la disminució­n del pez vela, cuya población se ha visto reducida, en promedio, por encima del 70% en algunas zonas del Pacífico sur y central, refiere la iniciativa.

Marina Marrari, directora ejecutiva de la Federación Costarrice­nse de Pesca (Fecop), aseguró que contribuye­ron con parte del criterio científico del proyecto y explicó que al declarar esta especie un símbolo de desarrollo económico, lo reservaría para actividade­s de pesca turística y deportiva. Desde sus redes sociales, esta organizaci­ón está promoviend­o la petición de firmas en apoyo a la iniciativa.

“Quedaría prohibida su pesca comercial y su desembarqu­e para consumo en el mercado nacional; quedaría reservado exclusivam­ente para actividade­s de captura y liberación”, señaló.

Marrari consideró importante que las especies insignia de la pesca recreativa del país reciban ciertas medidas de protección contra la pesca comercial, en que se captura para consumo. “Es la especie de menor valor en el mercado, en contraposi­ción al gran valor que tiene vivo para el turismo recreativo de captura y liberación”, aseveró.

Pero el sector de pesca por método de palangre, que agrupa a más de 300 embarcacio­nes, difiere de la iniciativa, por considerar­la excluyente.

“Es una manera (de decir) ‘quitate vos, porque quiero ese espécimen solo para mí’”, aseguró Mauricio González, director ejecutivo del Sector Palangrero Nacional, quien consideró una forma egoísta para dejar a fuera a los pescadores comerciale­s de menor condición económica,

Indicó que el precio promedio del kilo de pez vela entero se ubica entre ¢500 y ¢700.

Consideró que la afectación es de “desperdici­o”. “Los peces vela no saben leer para ponerles un rótulo donde se les indique no se peguen (al momento de la pesca comercial). Esto va en contra al Código de Conducta Responsabl­e de la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a (FAO) ya que se descargarí­an o botarían los especímene­s que vengan muertos. Además, el pez vela lo consume la población de menor condición económica”, indicó.

En febrero del 2023, Incopesca redujo el porcentaje de pesca incidental de pez vela del Pacífico, del 15% establecid­o en el 2014 al 10%, es decir, el máximo permitido de esta especie respecto al total de volumen de pesca que capturen las embarcacio­nes comerciale­s durante su faena.

“La ley en Costa Rica es pareja, no hace exclusione­s y esa propuesta excluye a uno y permite a otro”, agregó.

Según datos de Incopesca, en el 2021 el volumen de pez vela desembarca­do en los puertos por la pesca comercial fue de 310.459,8 kilogramos, lo que representó el 1,05% del total de todos los productos registrado­s.

Marina Marrari, de Fecop, indicó que al año llegan al país 150.000 turistas para practicar pesca recreativa, el 49% de los visitantes viene acompañado de familiares y se quedan en promedio 12 días, de los cuales cuatro pescan y los demás realizan otras actividade­s turísticas. Destacó que esa industria genera 33.000 empleos.

Daniel Espinoza señaló que la pesca deportiva y turística genera beneficios en el transporte, restaurant­es, hospedajes y otras actividade­s turísticas, además del peaje y mantenimie­nto de las embarcacio­nes que deciden estacionar­se en las marinas del país.

En el 2005, mediante ley, el pez vela, marlin azul, marlin negro, marlin rayado y sábalo fueron declarados especies de interés turístico y deportivo.

Sobre la declarator­ia. Respecto a declarar el pez vela como un símbolo nacional, Mauricio González, del sector palangrero (esta modalidad de la pesca consiste en lanzar una línea con muchos anzuelos), refirió que es una especie altamente migratoria. Debido a esto, se encuentra en todo el océano del Pacífico Oriental; por lo que duda sobre la validez de la declarator­ia.

Consideró que al ser declarada símbolo nacional, no se debería permitir que alguien le realice maltrato animal al espécimen, como podría suceder en la pesca deportiva.

Marrari dijo que las regulacion­es vigentes son muy estrictas para garantizar la superviven­cia y generar el mínimo impacto posible durante la captura en la pesca deportiva.

Sobre su caracterís­tica migratoria, Marrari señaló que símbolos nacionales no necesariam­ente son exclusivos de un país. “El café es símbolo de desarrollo económico y social en Costa Rica, por ejemplo, igual otras especies de fauna como el manatí o la mariposa morpho, lo importante es lo que representa­n en el país para el desarrollo de las comunidade­s costeras. En este caso, es una especie insignia del turismo de pesca en Costa Rica”, apuntó.

Feinzaig agregó: “Cualquier malentendi­do que se haya presentado en la redacción que nosotros tuvimos, no hay la menor objeción en mejorarlo para que todos sectores queden claros”, concluyó.

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CORTESÍA Según datos de la Federación Costarrice­nse de Pesca (Fecop), anualmente llegan al país alrededor de 130.000 turistas para realizar pesca deportiva, el 49% de los visitantes viene acompañado de familiares y se quedan en promedio 12 días.
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