Mariano Torres se sacrificó para jugar hasta más no poder
Mariano Torres, capitán de Saprissa, volvió a mirar hacia el banquillo en busca de Vladimir Quesada, técnico del equipo, y le informó que no podía seguir. La acción ocurrió en el minuto 78, cuando el argentino le indicó a su entrenador que quizás podía aguantar cinco minutos más en el campo.
Vladimir lo mantuvo siete minutos más y, en el 85 realizó la sustitución. Mariano salió y fue reemplazado por Marvin Angulo.
Torres acaba de recuperarse de una fascitis plantar, una inflamación del tejido fibroso que se extiende a lo largo de la parte inferior del pie y conecta el hueso del talón con los dedos.
El centrocampista no estuvo presente en las últimas dos jornadas de la fase regular del campeonato, tampoco participó en el primer partido de las semifinales contra Herediano, y en el segundo solo jugó 15 minutos cuando entró como reemplazo de David Guzmán.
En la final de la primera fase contra Alajuelense, no jugó el encuentro completo en el Morera Soto, pero estuvo todo el partido en el segundo en Tibás. Sin embargo, esta vez no pudo aguantar los 90 minutos y pidió el cambio. La duda persiste sobre si su salida se debió a una cuestión física o si sintió alguna molestia en la planta del pie.
Durante los 85 minutos que estuvo en el campo, Mariano intentó ser el líder de su equipo, buscando que le pasaran el balón y moviendo los hilos del ataque de su equipo.
Sin embargo, Torres no fue tan influyente como en otros partidos. En esta ocasión, no fue tan determinante como lo fue en el encuentro anterior, cuando anotó un gol a los 6 minutos contra Alajuelense.
Aunque lo intentó, no logró tener el mismo rendimiento que en otras ocasiones.
Tal vez le faltó un compañero en el centro del campo, pero también es cierto que la Liga presionó bien en esa zona del terreno y se hizo dueña de la mayoría de los balones.
A pesar de que Saprissa no contó con el mejor desempeño de Mariano, perdió por la mínima ante los rojinegros, lo cual significa que recibió el menor daño posible. Esto brinda esperanza a los tibaseños, ya que en casa se sienten fuertes y confían en poder remontar el marcador.