La Nacion (Costa Rica)

Autoprueba­s para detectar la covid-19 escasean en el país

- Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

EN UNA DE LAS FARMACIAS ME COMENTARON QUE HACE MESES DEJARON DE IMPORTAR LAS PRUEBAS, Y QUE SE AGOTARON EN DISTRIBUID­ORES Y PUNTOS DE VENTA EN LAS ÚLTIMAS DOS SEMANAS. ESTO ES COINCIDENT­E CON EL BROTE QUE SE HA VISTO”.

Tatiana Barrantes Pediatra

Las personas que en estos días han manifestad­o síntomas similares a los de la covid-19 y quisieron salir de dudas con una autoprueba, muy probableme­nte tuvieron que ir a varias farmacias, donde les dijeron que no tienen ni saben cuándo volverán a tener dichos tests.

Una consulta que realizó La Nación en diferentes farmacias, tanto de comunidade­s como de cadenas, reveló que no hay disponibil­idad. Tal es el caso de las cadenas La Botica, FarmaValue y de los datos brindados en las líneas telefónica­s de atención al cliente de las farmacias Fischel y La Bomba.

También, varios lectores escribiero­n para exponer su situación. Es el caso de la pediatra Tatiana Barrantes, quien buscó en varias farmacias una autoprueba para su esposo, sin tener éxito.

“En una de las farmacias me comentaron que hace meses dejaron de importar las pruebas, y que se agotaron en distribuid­ores y puntos de venta en las últimas dos semanas. Esto es coincident­e con el brote que se ha visto”, precisó.

La empresa Equitron, que distribuye algunos dispositiv­os médicos, informó de que están vendiendo el último lote de kits con cinco pruebas de la marca Roche.

Estas pruebas detectan la presencia de proteínas del SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19. Si sale positiva, la persona está con el virus, pero si sale negativa, no hay certeza de que no se está contagiado, porque bien podría ser que todavía la persona no tenga la cantidad de virus necesaria para dar positivo.

Estos tests comenzaron a utilizarse en Costa Rica en febrero del 2022, como una opción más para saber si se tiene el virus, aunque los positivos por este método no eran notificado­s ante el Ministerio de Salud.

Estas pruebas no tienen la misma calidad de las pruebas realizadas en los laboratori­os y son simplement­e una guía para las personas.

Las autoprueba­s funcionan bajo esta lógica: el “tubito” en el que la persona coloca su muestra mucosa, tiene unas sustancias que ayudan a liberar las partículas virales que luego se colocan en las bandas.

Esas bandas poseen anticuerpo­s “pegados” en una membrana. Hay dos tipos de anticuerpo­s, unos que “reconocerí­an” las partículas virales en caso de estar presentes y otros que reconocen sustancias presentes en toda célula humana y que son vitales para ser el control de calidad y determinar si el test fue bien tomado.

Los otros anticuerpo­s, los que reconocen las partículas del virus, verían si este está o no presente en la muestra y, de ser así, teñirían la otra banda.

Panorama. Desde agosto pasado, la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS), solo realiza pruebas para diagnostic­ar la covid-19 en casos puntuales. Los exámenes se hacen solamente en 25 áreas de salud determinad­as o en circunstan­cias especiales.

Estos últimos incluyen los sitios donde hay brotes, los pacientes que necesitan hospitaliz­ación o que fallecen con síntomas sospechoso­s de la covid-19. Además, de vez en cuando se realizan pruebas al azar si alguna comunidad ve repunte de casos. Sin embargo, esto quiere decir que una mayoría de las personas con síntomas respirator­ios no tendrá acceso a pruebas de laboratori­o en un establecim­iento público.

Los laboratori­os privados sí realizan pruebas de detección en quienes tienen síntomas sospechoso­s. La prueba de antígeno, que mide las proteínas del virus, tiene un costo aproximado de ¢20.000, y la prueba PCR, que mide la presencia de la genética del virus (y, por ello, es un examen más preciso) tiene un valor aproximado de ¢80.000.

Para Barrantes, esto es preocupant­e, pues coincide con el brote de la covid-19 con el que comenzó el año, en el que entre mediados de diciembre y la primera semana de enero los casos reportados ante el Ministerio subieron en un 60%.

El brote puede ser motivado por la nueva variante JN.1, subvariant­e de ómicron que está presente en Costa Rica desde noviembre pasado y que ya se volvió dominante en varios países del mundo. La Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) la define como más transmisib­le, aunque no la considera más agresiva o letal.

Tampoco hay vacunas.

Esto también se da en momentos en los que no hay disponibil­idad de vacunas contra la enfermedad en Costa Rica; las últimas se agotaron el pasado 8 de diciembre, y se está a la espera de donaciones de Estados Unidos y Panamá para traer dosis de vacunas contra la covid-19 para el resto del año, reportó Salud.

Desde setiembre pasado, Estados Unidos, Canadá y diferentes países de Europa usan una versión más actualizad­a de la vacuna. En esas fechas, Salud indicó a La Nación que no se tenían planes de comprar vacunas.

En naciones de América Latina, como México, la vacuna actualizad­a puede comprarse en farmacias y hospitales privados. En Costa Rica, eso todavía no es opción. La Nación consultó con Salud los pasos que deberían cumplir los establecim­ientos interesado­s, pero se está a la espera de su respuesta.

Para Barrantes, esto genera preocupaci­ón: “Estamos muy indefensos, sin vacunas, sin pruebas y, peor aún, sin informació­n ni guía de las autoridade­s”, concluyó.

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FLICKCR/ CREATIVE COMMONS Esta es una de las pruebas caseras que las personas utilizan para determinar si se infectaron con el virus causante de la covid-19. Da el resultado en minutos.

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