‘Al ser mi último año en el colegio, quiero cerrarlo con broche de oro’, dice joven
Hedrey Rojas Acuña reside en Buenos Aires de Pacayas, en Cartago, y este jueves comenzó su último año de secundaria en el Colegio Técnico Profesional (CTP) de la comunidad. Allí cursa la especialidad de Producción Agrícola Pecuaria, pues está interesado en estudiar Zootecnia en la universidad.
Durante su trayectoria en el colegio, el joven ha tenido un buen desempeño, incluso durante los años de pandemia, cuando el desafío fue mayor por las clases a distancia, pero quiere ser aún mejor.
Hedrey reconoce que el curso lectivo 2024 le genera ansiedad, ya que es un año en el que espera aprender mucho y realizar su práctica profesional para obtener el título de técnico medio.
“Para este año, tengo la expectativa de obtener notas aún mejores que las de años anteriores y ponerle aún más ganas, ya que al ser mi último año en el colegio quiero cerrarlo con broche de oro”, expresó el adolescente, de 17 años.
Su madre, Andrea Acuña, dijo tener sentimientos encontrados.
Por un lado, se siente triste porque es el último año de su hijo, y por otro, está preocupada por la presión que los estudiantes enfrentan con las diferentes pruebas. Sin embargo, ella se siente satisfecha con la educación que recibe en el CTP de Pacayas.
Un caso similar ocurre con las mellizas Naylea y Naomi Arias Calderón, quienes cursarán undécimo año, empero cada una en un colegio diferente.
Naylea asiste al Colegio Vocacional de Artes y Oficios (Covao), donde estudia Desarrollo Web, mientras que Naomi va al CTP de Quebradilla, donde cursa Banca y Desarrollo.
Hazel Calderón, madre de las menores, espera que inicien el año con la mejor actitud.
La señora recordó que el gasto económico es significativo porque todo deben comprarlo doble, pero ella y el padre de las niñas se dividieron los gastos.
Emoción. También en la Vieja Metrópoli, pero en la comunidad de Guadalupe se encontraba Kylie Campos Solano. Ella ingresó a primer grado en la escuela Carlos J. Peralta.
Su madre, Ruth Solano, comentó que la menor se durmió temprano y cuando la despertó este jueves para decirle que ya debía ir a la escuela, la niña no pudo disimular su emoción.
La menor es sobreviviente de cáncer, por lo que debe ser un poco más cuidadosa con su salud, sin embargo, ese factor no impide que acuda al centro educativo guadalupano.
“Ella es la menor de cuatro hermanos y siempre me da la misma nostalgia cuando es el primer día de clases, más que es la más pequeña. El temor que ella tenía era por el cambio del kínder a la escuela y de tener una nueva maestra”, reveló la progenitora.