Volcán Poás reabre el próximo lunes con un protocolo más estricto
› Alerta verde o preventiva se mantiene en seis cantones aledaños
El Parque Nacional Volcán Poás, cerrado a inicios de semana debido a las intensas emanaciones de ceniza, reabrirá sus puertas a los turistas el próximo lunes, aunque con un protocolo de seguridad que limitará el número de visitantes y el tiempo permitido en el mirador. Además, se establecerá un cierre temporal en caso de que haya un aumento en las emisiones de gases.
Estas medidas fueron acordadas por expertos de la Comisión Nacional de Prevención de Emergencias (CNE), el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), el Ministerio de Salud y otras instituciones técnicas y científicas, durante una reunión celebrada este miércoles, ante el aumento de la actividad volcánica desde el 30 de marzo.
El parque nacional permanecerá cerrado hasta el domingo con el objetivo de permitir la recuperación del personal de guardaparques afectado por los gases, que ya están recibiendo atención médica en centros especializados, indicó Meryll Arias, directora del Área de Conservación Central. Esto garantizará nuevamente la efectividad en los roles de control y vigilancia del parque.
Se estima que las continuas emisiones de gases y cenizas del coloso persistirán hasta la llegada de las primeras lluvias al Valle Central, previstas para finales de este mes.
El ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, señaló que el aumento de actividad coincide con la desaparición del agua de la laguna, y aseguró que el protocolo de seguridad permite la reapertura el próximo lunes, evitando así un impacto negativo en la economía local.
El ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal Porras, informó de que los equipos de extensión agropecuaria del Ministerio han inspeccionado las zonas cercanas al volcán en Alajuela y hasta el momento no han detectado afectaciones a los productores que requieran una atención particular. No obstante, se mantienen en monitoreo constante y listos para actuar si es necesario.
Por su parte, Alejandro Picado, presidente de la CNE, destacó la importancia de la vigilancia continua y la coordinación entre las instituciones para garantizar la seguridad tanto de la población local como de los visitantes.
La cartera de Salud recomienda que las personas con asma o enfermedades respiratorias eviten ingresar al parque. También aconseja a aquellos que experimenten síntomas como congestión nasal, tos, dificultad para respirar, dolor o irritación de garganta, enrojecimiento o ardor en los ojos, conjuntivitis, picazón en la piel o síntomas gástricos, que acudan al centro de salud más cercano.
Se sugiere evitar la exposición innecesaria a los gases y utilizar cubrebocas o máscaras quirúrgicas en caso de caída de ceniza, así como una máscara de tela humedecida como filtro provisional.
En caso de un aumento en la caída de ceniza, se aconseja cerrar ventanas y puertas, colocar paños húmedos en los umbrales de estas, proteger el equipo electrónico y mantenerse informado a través de fuentes oficiales.
La Comisión detalló que se mantiene la alerta verde emitida el lunes en los cantones de Alajuela, Poás, Grecia, Sarchí, Zarcero y Naranjo.
Esta alerta indica que hay condiciones de riesgo bajo y se emite cuando los órganos científico-técnicos predicen un fenómeno que podría afectar o poner en peligro a una comunidad.
Evaluación. El despertar del coloso mantiene a los vulcanólogos en constantes evaluaciones para alertar sobre posibles cambios súbitos, los cuales son característicos de cualquier volcán activo.
Hasta el momento, las variaciones no sugieren que se esté repitiendo un ciclo como el que obligó al cierre del coloso durante la Semana Santa del 2017.
En esa ocasión, las emanaciones de gases previas alcanzaron hasta 1.000 toneladas diarias, mientras que en esta ocasión las más altas han sido de 700 toneladas.
Marteen de Moor, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), señala que tras dos erupciones explosivas ocurridas el 29 de marzo, los conductos se abrieron y eso facilita la emanación de gases que provienen de un cuerpo magmático somero, ubicado a un kilómetro de profundidad, y que está por encima del sistema hidrotermal.
El experto apuntó que, en concentraciones altas, gases como el dióxido de azufre pueden afectar los pulmones y el sistema respiratorio en general. Este gas se origina en el magma y se modifica al pasar por el sistema hidrotermal, que ahora filtra menos debido a la ausencia de una laguna.
El olor a huevo podrido, reportado por muchos vecinos de Sarchí y Zarcero, es generado por el gas llamado sulfuro de hidrógeno. También se detectan emanaciones de ácido clorhídrico, que es corrosivo, y de dióxido de carbono.
Debido a que la temperatura en el cráter supera los 300 °C en algunos puntos, se produce la combustión de azufre, la cual se puede observar por las noches como incandescencia en una de las bocas. En la visita al coloso el martes 2 de abril, los científicos escucharon el fracturamiento de rocas debido al paso de gas magmático.
Sobre los tremores o sismos, el científico afirmó que estaban aumentando, pero volvieron a disminuir después de las dos erupciones del viernes.