Puente sobre río Sarapiquí sigue en condición alarmante
› Lanamme dice que estabilidad de paso podría verse comprometida
La condición del puente sobre el río Sarapiquí, en la ruta nacional 4 que comunica Puerto Viejo de Sarapiquí con la zona norte, continúa siendo catalogada como “alarmante”, según un informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), publicado el mes anterior.
El documento EIC-Lanamme-INF-0348-2024 señala que a pesar de que la estructura recibió una intervención el año pasado, persisten deterioros que evidencian que la estabilidad del paso podría estar comprometida en el corto plazo, debido a las fallas en los apoyos de ambos bastiones del puente y a la deformación y vibraciones que se observan en los cables de postención.
De acuerdo con el Laboratorio, durante la última inspección, realizada en enero del 2024, se observó la incorporación de placas de acero y almohadillas de neopreno entre la base de los apoyos y la cara inferior de las vigas de la superestructura, lo que redujo el desplazamiento de aproximadamente 10 mm que se producía cuando los vehículos atravesaban la estructura.
Sin embargo, se aclara que “esta intervención en los apoyos es considerada de carácter temporal y que la calificación de la condición no ha mejorado”.
Entre las condiciones más críticas que destaca el estudio se señala la corrosión en las vigas principales en las zonas bajo las juntas de expansión y en zonas de descarga de los bajantes del sistema de drenaje.
La situación mencionada respecto a los apoyos es definida como alarmante, pues se indica que el 100% de las estructuras ubicadas sobre ambos bastiones presentan falla de las placas que conforman la articulación en cada una de esas piezas.
Además, se consideran como deficientes, aspectos como la filtración de agua a través de todas las juntas de expansión y la ausencia del 100% de las cadenas de protección sísmica indicadas en los planos de rehabilitación del puente.
La intervención realizada por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), en marzo del año pasado, tuvo un costo de ¢150 millones y obligó a mantener cierres intermitentes por la vía durante dos semanas.
En esa ocasión, se detalló que el arreglo contemplaba la sustitución de los apoyos, los cuales presentaban el desgaste que ocasionaba que el puente se suspendiera hasta 10 cm en el centro de la estructura.
Entre las recomendaciones emitidas por los expertos destacan como inmediatas la intervención de los apoyos, que según cita el documento, está programada para el primer semestre de este 2024, así como la realización de una inspección detallada de los cables de postensión externa, para determinar si han perdido tensión y la limpieza e inspección de vigas principales, para identificar si debido a las vibraciones de la superestructura, ante el tránsito de vehículos pesados, existen zonas con agrietamiento por fatiga.
En caso de que así ocurra, se deben definir medidas de reparación para esos elementos.
Asimismo, urge realizar labores de limpieza de las superficies de acero y proveer al puente de tubos de drenaje vertical que se extiendan a un nivel al menos 100 mm por debajo de la superestructura.
Además de la sustitución de apoyos programada para este año, el Consejo incluyó este puente dentro de las estructuras que serían atendidas mediante el préstamo de riesgo inminente otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
La programación de esa rehabilitación o reconstrucción no ha sido anunciada por las autoridades.
La ruta donde se ubica este puente es utilizada, principalmente, por vehículos pesados que transportan piña, naranjas y otros tubérculos. ■