Rusia bombardea red ferroviaria ucraniana para bloquear ayuda
› Fuerzas de Kiev se enfrentan a la escasez de hombres y municiones
KIEV. AFP. Rusia intensifica los bombardeos de la red ferroviaria ucraniana para “paralizar” el envío de pertrechos occidentales antes de lanzar una nueva ofensiva, señaló un alto cargo de los servicios de seguridad de la exrepública soviética.
Tan solo anteayer, Moscú bombardeó infraestructuras ferroviarias en las regiones de Donetsk, en el este; Járkov, en el noreste, y Cherkasy, en el centro del país.
“Son maniobras típicas antes de una ofensiva”, indicó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato. El objetivo es “paralizar las entregas, el transporte de carga militar”, agregó.
El Ejército ruso reivindicó ayer el bombardeo de un tren que transportaba armamento occidental en la localidad de Udachne, en la región de Donetsk, así como de “tropas y equipamientos” militares en Balaklia, en la región de Járkov.
Las fuerzas armadas rusas no dieron informaciones sobre la fecha de estos ataques, pero parecen corresponder a los bombardeos del jueves mencionados por las autoridades ucranianas.
Rusia multiplica los bombardeos contra las infraestructuras ucranianas desde marzo, contra sitios energéticos y contra la red ferroviaria del país.
La red de ferrocarriles es clave para el transporte del ejército, ya que el tráfico aéreo civil quedó paralizado desde el inicio de la invasión rusa, en febrero del 2020.
La multiplicación de ataques contra la red ferroviaria coincide, además, con la reanudación de ayuda militar estadounidense a Ucrania, tras meses de bloqueo por rivalidades políticas internas en Washington.
‘Ataques indiscriminados’. El armamento occidental suministrado a Ucrania, en particular las municiones para artillería y defensa antiaérea, se entrega en el mayor secreto desde los países vecinos, en particular Polonia.
Hay “un aumento de los ataques contra la infraestructura ferroviaria”, advirtió Oleksandr Pertsovsky, el jefe del transporte pasajero de Ukrzaliznytsia, la compañía de ferrocarriles ucranianos.
“Estamos viendo que los ataques se dirigen a la logística ferroviaria y afectan principalmente a sitios civiles”, declaró, añadiendo que se llevan a cabo “ataques indiscriminados contra estaciones de ferrocarriles, lo que es una forma muy primitiva de hacer las cosas”.
La red de ferrocarriles ya había sido blanco de bombardeos en los últimos años, como en Kramatorsk, en el este, donde un ataque ruso mató a decenas de personas en abril del 2022.
Las fuerzas ucranianas, debilitadas por una fallida contraofensiva en el verano del 2023 y la paralización de la ayuda militar estadounidense, se enfrentan a una escasez de hombres y municiones, lo que aumentó la presión en gran parte del frente.
“Mientras esperábamos una decisión sobre el apoyo estadounidense, el ejército ruso logró tomar la iniciativa en el campo de batalla”, reconoció el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
“Ahora, todavía podemos no solo estabilizar el frente, sino también avanzar, logrando nuestros objetivos en la guerra”, añadió, después de que el gobernante estadounidense, Joe Biden, promulgara el miércoles una ley, aprobada después de seis meses de debates, que prevé $61.000 millones de ayuda militar y económica a Kiev.
España anunció, por su parte, que enviará misiles para sistemas antiaéreos Patriot a Ucrania, para que pueda resistir los ataques rusos.
El jefe del servicio ucraniano de inteligencia (GUR), Kirilo Budanov, advirtió el lunes de que la situación en el frente iba a empeorar hacia mediados de mayo y junio. Será un “periodo difícil” para Ucrania, insistió.
Un análisis que compartieron altos cargos occidentales, que prevén que los próximos tres meses serán “muy difíciles” para Kiev.
Por su parte, el jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, sostuvo que los “inaceptables” casos de espionaje prorrusos en Alemania y Reino Unido no impedirán el apoyo de la Alianza a las autoridades ucranianas.