Presidente español continúa con su silencio autoimpuesto
MADRID. Habitual en todos los frentes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que se está planteando dimitir, mantuvo este viernes su segundo día de silencio autoimpuesto, una decisión totalmente inédita que desconcierta a España.
Sánchez anunció el miércoles en una carta, por sorpresa, que cancelaba todos sus compromisos públicos hasta el lunes, cuando revelará si dimite, harto de los ataques de la oposición a su esposa, Begoña Gómez, por su presunta relación profesional con empresas que recibieron ayudas públicas.
Si hay una región en España que fuera bastión de Sánchez, tanto en las batallas internas socialistas como en las elecciones generales, es Cataluña. Bajo su mando, los socialistas recuperaron la alcaldía de Barcelona tras un paréntesis de 12 años, y llevan ventaja en la lucha por conquistar el gobierno de la región en las elecciones del 12 de mayo.
Por ello, Sánchez se prodigó mucho en Cataluña, y, sin embargo, el arranque de la campaña electoral de las regionales, el jueves, se hizo extraño sin él y su ausencia acabó siendo un tema dominante de los primeros mítines.
“¡De tu resistencia individual hacemos un llamamiento a levantar una resistencia colectiva y te decimos, Pedro, que estamos contigo!”, lanzó el candidato socialista a dirigir Cataluña, Salvador Illa, uniéndose a las expresiones de apoyo con las que la izquierda intenta que Sánchez se quede.
Hasta el lunes se prevén manifestaciones de apoyo de militantes socialistas.
‘Enamorado’. Los otros partidos catalanes, en cambio, restaron importancia a las razones esgrimidas por Sánchez para alejarse, entre las que citaba estar “profundamente” enamorado de su mujer. “Yo también estoy enamorado de mi mujer y no abandono”, lanzó en su mitin Pere Aragonès, actual presidente catalán y candidato de Izquierda Republicana de Cataluña.
Las reacciones al paso de Sánchez se dividieron en dos: unos, los socialistas, que arroparon a un líder al que consideran injustamente tratado, y los otros, la oposición, que duda de la sinceridad de un gesto que creen que responde a alguna estrategia.
El presidente anterior del gobierno socialista, José Luis Zapatero, mostró este viernes su comprensión ante “una crítica tan descarnada hacia su mujer y su familia”, en declaraciones a la prensa.
En cambio, la formación conservadora Partido Popular (PP), primera de la oposición, acusó a Sánchez de esconder algo y de tener al país en vilo sin justificación.
Pesquisa. Sánchez, de 52 años, realizó su anuncio pocas horas después de que un juez aceptara investigar a Begoña Gómez por sospechas de tráfico de influencias y corrupción, por una denuncia de una organización próxima a la extrema derecha. La Fiscalía pidió que se archivara la denuncia.
No hay pistas de lo que Sánchez decidirá, pero se baraja la posibilidad de que convoque una moción de confianza para que el Congreso le reitere su apoyo, o que acabe dimitiendo.
Si fuera así, España podría encaminarse a unas nuevas elecciones generales, en las que nada impediría a Sánchez presentarse. Pero estas no podrían celebrarse hasta el verano (boreal), un año después de las anteriores, en las que los socialistas quedaron segundos detrás del PP, pero pudieron gobernar gracias a alianzas parlamentarias.