La Nacion (Costa Rica)

Familia sigue sin respuestas por nd muerte de joven en la Tagada

- Fatima.jimenez@nacion.com

La familia de Katherine Chaves Portuguez, de 21 años, aún no tiene respuestas por la muerte de la joven, el 30 de enero anterior, en el juego mecánico la Tagada, durante las fiestas parroquial­es de San Pablo de León Cortés, en San José.

Maritza Portuguez, madre de Katherine, confirmó que, tres meses después del incidente, todavía no ha sido contactada por la empresa encargada del juego mecánico, Diversione­s Stop, ni por el Instituto Nacional de Seguros (INS), asegurador­a de la compañía.

“Ha sido muy duro, pero ahí vamos saliendo adelante”, comentó Portuguez. Su hija dejó un niño de dos años, quien permanece bajo su tutela, pero solo estará con ella durante seis meses. Luego, se definirá si quedará bajo la custodia del padre o de los abuelos maternos.

En el momento del accidente, doña Maritza estaba presente, pues acudió a las fiestas de la comunidad con Katherine, su otra hija, de 14 años, y su nieto. Según relató, en un momento determinad­o, vio cómo su hija se desvaneció en el juego mecánico. “Recibió un golpe en la cabeza y quedó ahí. Cuando la bajaron, ya estaba muerta; tenía los labios morados”, aseguró.

“El muchacho que operaba la máquina vio que ella se desvaneció y él siguió dando vueltas, paró porque una muchacha le dijo que parara o lo iba a demandar. Si no hubiese sido por eso, hubiera seguido”, manifestó. De acuerdo con Maritza, cuando bajaron a la joven de la Tagada, el operario de la máquina siguió con el turno del juego, como si nada hubiera pasado.

Tras la muerte de Katherine, solo la parroquia de San Pablo Apóstol brindó a la familia apoyo económico en los gastos relacionad­os con su funeral. De acuerdo con el INS, Diversione­s Stop posee una póliza de responsabi­lidad civil. Este tipo de seguros brinda cobertura en caso de que el asegurado sea considerad­o responsabl­e de causar daños materiales o lesiones a otra persona como resultado de un accidente o incidente.

No obstante, no hay señales de que la empresa activara dicha póliza, ya que, según el Instituto, este tipo de seguros se activan en los primeros días de ocurrido el accidente o, a más tardar, un mes después; sin embargo, la muerte de Katherine ocurrió hace tres meses.

La Nación contactó a Diversione­s Stop para conocer su posición sobre este caso; no obstante, el jueves 9 de mayo, a las 12:18 p. m., en una llamada grabada, se limitaron a decir que no se referirán al tema y colgaron el teléfono.

Por su parte, Maritza aseguró que así como no tiene respuestas de la empresa dueña de la Tagada, tampoco las tiene de las autoridade­s, pues aún no ha podido acceder a la autopsia, ni al resultado de la investigac­ión, por lo que no conoce la causa exacta de la muerte de su hija.

Según el Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ), el caso continúa en proceso de investigac­ión, por lo que su informació­n, tal como la autopsia de la joven, de acuerdo con el Artículo 295 del Código Procesal Penal, no se puede remitir hasta que el expediente esté finalizado. Empero, aclaró que a la familia de un fallecido se le entrega el certificad­o de defunción, donde en algunos casos, se menciona la causa de muerte. Según Maritza, en el certificad­o que le entregaron, no decía de qué murió su hija.

El abogado penalista Federico Campos explicó que no es necesario contar con esta informació­n para iniciar un procedimie­nto legal contra la empresa de juegos mecánicos, pues la familia de Katherine puede acudir al Ministerio Público y denunciar los hechos.

Según Campos, en caso de que la muerte se determine aislada al factor de que la joven se encontraba en el juego mecánico (por ejemplo, por un infarto y no por un golpe en la cabeza), el caso se archivaría.

Pero si se determina que la muerte correspond­e a una manipulaci­ón excesiva del aparato, se podría investigar penalmente como un homicidio culposo.

petición. Abrumada por no tener respuestas por la muerte de su hija, Maritza recuerda las últimas palabras que le dijo Katherine, minutos antes de fallecer. “Estábamos en las fiestas y ella me dijo que si le ayudaba a pagar el tiquete para montarse al juego con la hermana. Le di unas monedas, se compró el boleto, se fue toda contenta, pero se regresó para decirme: ‘Mami, te amo, te quiero mucho, cuídeme a bebé’”, relató.

Para la mujer, las palabras de su hija le quedaron “para toda la vida”, y es por eso que ahora anhela que le sea concedida la custodia de su nieto. Además, según dijo, el padre del menor no estaba con Katherine por presuntas agresiones.

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