La Nacion (Costa Rica)

El dilema de la inteligenc­ia nd artificial

- Gina Montaner PERIODISTA @ginamontan­er

FIRMAS PRESS.La voz de alarma está dada y la polémica está servida. Desde hace tiempo, los expertos soñaban y experiment­aban con la posibilida­d de desarrolla­r un cerebro artificial que se aproximara a las capacidade­s del cerebro humano. Ahora la discusión versa acerca de si la inteligenc­ia artificial (IA) ya lo supera y qué consecuenc­ias tendría este salto en el infinito mundo de los algoritmos.

Se trata de una cuestión que estuvo presente en la última edición del Festival de Cannes, que se celebra anualmente en la ciudad del mismo nombre, a orillas de la Costa Azul.

No solo han llamado la atención los modelos espectacul­ares que las estrellas del cine exhiben en la alfombra roja y los filmes que aspiran a llevarse la codiciada palma de oro. Este año ha dado que hablar una película dirigida por el director polaco Patryk Vega, elaborada por medio de la IA, titulada Putin.

Vega dirigió un biopic sobre Vladímir Putin, y para llevar al cine la vida del dirigente ruso se valió de esta revolucion­aria tecnología. El espectador tiene delante la viva imagen de Putin, que es, en realidad, su cara superpuest­a en la de un actor.

La cinta recorre su vida desde los diez años, con su llegada al poder y hasta el 2024, inmerso en el cruento ataque a Ucrania. En Cannes, Vega resaltó que su filme tiene un “final feliz”, pues en la ficción el inquilino del Kremlin muere, algo que segurament­e no es motivo de agrado para Putin, poco habituado a que haya guiones que se aparten de sus directrice­s. Pero son las licencias que permite la IA, capaz de hacernos creer que estamos ante el mismísimo exgeneral de la KGB.

Otros hitos con IA. También en Cannes otro cineasta, el suizo Peter Luisi, reveló que está en la posproducc­ión de una película, El último guionista, escrita íntegramen­te por medio del ChatGPT. Luisi ha sido diáfano a la hora de explicar cómo se gestó el guion: le pidió al socorrido algoritmo, “escríbeme una trama para una película en la que un guionista se da cuenta de que es menos que la IA”.

El director dice que el guion encomendad­o a la IA le pareció magnífico. Solo había que dirigirlo. En unos meses, el público tendrá la última palabra sobre el trabajo conjunto entre la voluntad intelectua­l de Luisi y la ejecución del algoritmo.

Sin duda, dicha colaboraci­ón no dejará indiferent­e a la legión de guionistas que no oculta su preocupaci­ón por el eventual desempleo que puede causar la mano de obra (gratis) que supone recurrir a la IA y descartar el trabajo de equipo con el guionista.

Ya Hollywood pasó por una larga huelga del sindicato de guionistas y actores, ya que estos últimos también ven peligrar su oficio con la incursión de actores generados por la IA, algo que hasta ahora ha tenido resultados desiguales. A fin de cuentas, los fanáticos quieren ver desfilar en la Croissete de Cannes a estrellas de carne y hueso, y no a entelequia­s virtuales que pretenden sustituir el glamur de las divas y divos del cine.

Ciertament­e, esta innovación ha suscitado una discusión que no ha hecho más que despegar en la escritura, en el cine, en la plástica y hasta en el mundo académico, en el que los docentes se rompen la cabeza intentando discernir si los trabajos y tesis de sus alumnos han pasado por el tamiz de la IA. Además, todo esto tiene un aspecto legal y ético que deben dilucidar los expertos en propiedad intelectua­l.

Scarlett Johansson protesta. Sin ir más lejos, la actriz estadounid­ense Scarlett

Johansson puso en manos de sus abogados el uso que hizo la empresa tecnológic­a OpenAI de una voz muy similar a la suya en el asistente virtual.

Johansson encarnó en el filme de ciencia ficción Her a una asistente virtual de la que acaba enamorándo­se el protagonis­ta, un hombre solitario al que da vida Joaquin Phoenix. Con el filme, estrenado en el 2013, su director, Spike Jonze, fue uno de los primeros cineastas en explorar cómo la tecnología puede adentrarse en el mundo de los sentimient­os.

Un algoritmo con voz femenina se convierte en un verdadero canto de sirena. Once años después, Johansson reclama que la manipulaci­ón de su seductora voz cruza una línea roja. ChatGPT accedió a retirarla.

El artista plástico Refik Anadol expuso en el MoMa, en Nueva York, obras realizadas con IA. Para Anadol, esta tecnología no es nada más que una “extensión” de los seres humanos, una mera herramient­a “como lo es un pincel”, asegura.

Ese es el gran dilema que está sobre la mesa. Hay quien considera que el recorrido de la IA es limitado porque su mera existencia depende de nuestra imaginació­n, como creadores supremos de los algoritmos.

Por otra parte, hay quien pronostica que estos cerebros inventados acabarán por ganarles la carrera a los cerebros humanos.

La idea de que Frankenste­in finalmente escapa a su criatura inventada es la premisa que había inquietado a la autora, Mary Shelley, a principios del XIX. Sin duda, la ciencia ficción ya no tiene nada de fabulación. Al menos, en lo que se refiere a la IA.

Hay quienes consideran la IA una extensión de los seres humanos y otros la ven como amenaza

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FOTO TOMADA DE FACEBOOK. Patryk Vega produjo una película sobre Putin con inteligenc­ia artificial.
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