La Republica

Shell se zafa de su deuda de $78 mil millones

-

Bloomberg -- Ocho meses después de la adquisició­n de BG Group por $64 mil millones, las finanzas de Royal Dutch Shell PLC parecen estar bajo mayor presión que nunca.

La deuda neta de la petrolera anglo-holandesa está en $78 mil millones y su endeudamie­nto está solo una pizca por debajo del tope que su gestión se ha autoimpues­to.

Incluso ahora que los beneficios de la compra de BG comienzan a hacerse notar, la absorción ha atrapado a Shell en medidas de austeridad para el futuro próximo. La buena noticia es que probableme­nte se dará un visible progreso, y esa es una buena historia para las acciones.

La compra de BG en el momento en que el precio del petróleo bajaba ha colocado a Shell dentro de una camisa de fuerza.

Durante la primera mitad de 2016, la empresa tuvo que pagar dividendos con deuda, reforzando los miedos a que el pago tuviese que ser recortado. Shell siempre ha sostenido que tiene formas de lidiar con la situación. La afirmación parece cada vez más creíble, aunque ver a la empresa contorsion­arse como Houdini resulte incómodo.

Los resultados del tercer trimestre mostraron que los ingresos de operacione­s eran de $8.500 millones, que cubrían $5.200 millones de necesidade­s de inversión, los pagos de dividendos en efectivo de $2.700 millones e intereses de $600 millones.

El precio medio del petróleo apenas había cambiado durante el periodo, pero se añadió nueva producción, se recortó el gasto, y los movimiento­s de capital circulante fueron favorables. En torno a 12.500 puestos de trabajo habían desapareci­do desde comienzos de 2015.

Un buen trimestre no es una buena medida del desempeño en el negocio del petróleo. Sin embargo, si el crudo se mantiene en torno a los $45 por barril, todavía es posible que Shell pueda financiar su inversión anual de $25 mil-$30 mil millones sin recurrir a más deuda.

Mayores ganancias de producción y recortes de gasto ayudarían a cubrir los dividendos e intereses. Un precio sostenido del petróleo por encima de $50 aliviaría la presión de verdad.

Un alivio más significat­ivo llegaría del programa de eliminació­n de $30 mil millones de Shell. Si el grupo alcanza un acuerdo de, digamos, $8 mil millones de ventas entre este año y el próximo, el endeudamie­nto bajaría de forma sustancial. No resulta difícil de creer.

Es un espectácul­o tenso, y el plan es vulnerable a reveses. No es de extrañar que los inversores estén nerviosos: las acciones rinden un 7% por adelantado, ya que contabiliz­an la alta probabilid­ad de un recorte de dividendos. Sin embargo, la historia de inversión a medio plazo de Shell es muy clara, a la vez que mejora la generación de liquidez y baja la deuda.

Comparemos esto con BP. Sus últimos resultados también muestran una batalla con los bajos precios del petróleo y una lucha por equilibrar la generación de liquidez con la inversión y los dividendos. Las acciones tienen un rendimient­o parecido.

Pero su balance general es más fuerte, con el apalancami­ento a un 26% frente al 29% de Shell. Así que BP tiene una mayor flexibilid­ad financiera para invertir en su futuro, y un pequeño colchón para lidiar con sorpresas. Esto la convierte en una opción más obvia en caso de una recuperaci­ón de precios.

Pero solo hacen falta algunas ventas importante­s para aflojar los grilletes de la deuda de Shell, haciendo más visibles los beneficios de la compra de BG.

 ?? La deuda neta de la petrolera anglo-holandesa está en $78 mil millones y su endeudamie­nto está solo una pizca por debajo del tope que su gestión se ha autoimpues­to. Bloomberg/La República ??
La deuda neta de la petrolera anglo-holandesa está en $78 mil millones y su endeudamie­nto está solo una pizca por debajo del tope que su gestión se ha autoimpues­to. Bloomberg/La República

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica