Sistema de capitalización sería una alternativa para el IVM
Se trata de un modelo aceptado en otros países RÉGIMEN DE PENSIONES ACTUAL REQUIERE CONSTANTES AJUSTES
Un sistema de pensiones con base en la llamada capitalización de los aportes, requeriría la transición a otro tipo de régimen del que hoy se maneja de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social.
Este sistema establecería una pensión más adecuada, tomando en cuenta la realidad económica que regía durante la vida laboral del trabajador, a cambio de una mayor incertidumbre.
No obstante, generaría una pensión justa, sin necesidad de reestructurar el modelo, tal como sucede de forma crónica con Costa Rica.
Su funcionamiento es similar al de la pensión voluntaria, donde la totalidad de los aportes se mantienen en un fondo que se capitaliza constantemente y que podría ser operado por la Caja o por un grupo de operadoras autorizadas.
Al pensionarse, cada persona recibiría el total de los montos contribuidos, sumado a los aportes del patrono y los intereses generados, menos el costo administrativo del fondo.
A pesar de ello, el costo de obtener una mejor pensión ocasionaría una mayor incertidumbre.
En un régimen de capitalización, no hay garantía del monto de la pensión que se obtendrá al finalizar la vida laboral.
Si bien cada mes las personas conocen el extracto y rentabilidad de su fondo, lo cierto es que al depender de inversiones, una eventual crisis económica podría colapsar el sistema.
Sin embargo, el sistema tradicional tampoco ofrece demasiadas garantías, como puede observarse en los problemas crónicos del IVM, tras le intención de cumplir el beneficio fijo.
El problema de este tipo de régimen es que requiere ajustes constantes, ya que las posibilidades de pronosticar el monto “garantizado” son escasas, al depender de una gran cantidad de factores, desde las tasas de interés hasta el tamaño y perfil de la fuerza laboral, durante un lapso mayor a 30 años.
Solo en lo que a la proporción de trabajadores y pensionados se refiere, el año pasado hubo menos de ocho personas de 15 a 64 años por cada adulto mayor a 64 años, a cambio de 1970, cuando la relación era 16 a uno, de acuerdo con el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía.
Por eso, algunas recomendaciones de rescate del IVM, de acuerdo con los escenarios planteados por la UCR, podrían incluir una reducción del monto “garantizado” de hasta el 40% del promedio salarial, una edad de retiro entre 65 y 70 años, dependiendo del número de años cotizados y elevar los costos entre un 20,2% y un 21,4% en el largo plazo.
El régimen de capitalización podría acabar con el problema de las deficiencias financieras, que suelen presentarse en el sistema actual una vez establecida la contribución adecuada para los trabajadores.
Para mantener la solidaridad, se incluiría la transferencia de una parte de los fondos de las personas con mayores ingresos a las con menos recursos, así como un componente estatal, tal como sucede en el régimen actual.
En cuanto a la administración de los fondos, la Caja podría ser un operador, así como cualquier otro autorizado por el Estado.
La transición completa de un sistema o otro tomaría una generación; no obstante, es algo que está pasando en varias partes del mundo, tanto de los regímenes públicos como privados.
Son varios los países que han optado por un régimen mixto, como sucede en Costa Rica, aunque otros ya se han decidido por un sistema puro de capitalización, como Australia, Chile, México y Dinamarca.