LISBETH VINDAS
IZ VECES CAMPEONA NACIONAL DE SURF
¿EL PASADO 26 DE MARZO REALIZÓ LA SERIE DE TRIATLÓN BMW, COMO PRIMERA EXPERIENCIA, CÓMO LE FUE Y QUÉ APRENDIÓ?
Me fue muy bien, gané mi categoría esprint en mi primera competencia. Hace dos meses desconocía lo que era el triatlón. He aprendido mucho, colocarse bien los zapatos, hacer las transiciones de deporte correctamente y demás. Aunque acepto que me “jalé un par de tortas”. Esa vez me pasé la boya y cuando me di cuenta, el grupo seguía por otro lado, pero así se aprende. En la bici me caí.Tal vez la emoción, pero me sentí muy bien.
POR AHORA ¿CUÁL DISCIPLINA LE GUSTA MÁS Y CUÁL MENOS?
Siempre le he llevado miedo a la corrida. Me ha costado mucho. Por ejemplo, en bicicleta, en bajadas uno descansa, en la corrida aunque sea de bajada se hace mucho esfuerzo, por momentos las piernas no aguantan, es muy exigente. La bicicleta es lo que más me divierte.
¿QUÉ DIFERENCIAS VIO ENTRE EL SURF Y EL TRIATLÓN?
Me tocó aprender a nadar casi de cero, no es lo mismo que el nadado de surfista, lleva diferente técnica. En surf requerimos preparación pero es diferente, en las olas disfruto mucho con la adrenalina, en la corrida uno disfruta de otra manera.
¿PARA EL IRONMAN EL ASPECTO FÍSICO DEBE ENTRENARSE MUCHO, PERO CÓMO HACE PARA TRABAJAR LA MENTE?
Leonardo Chacón me dice que aprenda a amar el dolor, me he enfocado en que si está en la mente va a llegar a las manos, hay que trabajar la mente para que no sea un obstáculo. El cuerpo se acostumbra pero la mente hay que entrenarla para que esté positiva. Uno puede descansar un segundo pero siempre mirar hacia delante.
¿QUÉ RECOMENDACIÓN LES DA A LAS PERSONAS QUE TAMBIÉN QUIEREN INGRESAR POR PRIMERA VEZ AL TRIATLÓN O IRONMAN?
Uno se va conociendo y dando cuenta del potencial que uno tiene. Hay que promover el deporte y heredarlo a nuestros hijos y familia. Les recomiendo que agarren fuerza interna de lo que encuentre, ya sea la familia, el amor o Dios. No hay que aferrarnos a la historia, sino al potencial que podemos encontrar. Hasta no intentar los retos más duros, no sabremos de qué somos capaces.