Formularios de migración afectan turismo
Tecnología disponible eliminaría tiempo y costo de papelería
La Dirección de Migración y Extranjería está estudiando la opción de hacer un control eficiente de entrada en el país, sean nacionales o visitantes, mediante sistemas computarizados ya utilizados en varios países.
Sin embargo, no existe todavía un plan para aprovechar este procedimiento, mientras la dependencia actual de las Tarjetas de Ingreso y Egreso de papel, está causando una pérdida anual de unas 67 mil horas para los viajeros, incluidos millones de personas para quienes la fila en Migración es la primera impresión que reciben de Costa Rica.
Aparte de esto, los contribuyentes están pagando el costo de producción, almacenamiento y desecho de los papeles, que no agregan ninguna información adicional a la que se desprende del lector magnético del pasaporte, que incluye los datos más importantes de la persona, como nombre, ciudadanía, número de pasaporte, fecha de nacimiento y género.
Otros datos —incluido el país de residencia— son enviados de forma computarizada por las aerolíneas, mediante el sistema “Información Avanzada del Pasajero”, utilizado por Costa Rica, así como decenas más de países.
El formulario incluye además el motivo del viaje y oficio, datos que podrían ser interesantes para realizar estadísticas, pero que es poco probable que alguien controle por rellenarse a mano y no estar tabulados.
Mientras tanto, los contribuyentes están pagando alrededor de $670 mil al año por el tiempo de los oficiales dedicado específicamente a cotejar los datos del formulario con los que aparecen en el pasaporte de la persona que ingresa al país.
Otros costos para el público tienen que ver con la impresión, acopio y eventual desecho de los formularios.
En cuanto al almacenamiento, se trata de alrededor de 1 millón de documentos, ya que el formulario se conserva por 90 días, que es el periodo máximo que un turista puede quedarse en el país de manera continua.
Sin embargo, el hallazgo de cualquier dato específico ante la necesidad de las autoridades sería complicado, ya que no existe ningún sistema eficiente para ordenar los formularios almacenados.
La impresión comercial de unos 4 millones de formularios representa un costo de unos $25 mil al año, de acuerdo con las cotizaciones hechas la semana antepasada por LA REPÚBLICA.
Finalmente, se trata de disponer de casi una tonelada de papel cada año.