Guerra de encuestas mete elecciones en una nebulosa
Sondeos en redes sociales fueron prohibidos por TSE para evitar mayor confusión
Ados semanas de las votaciones, una guerra de encuestas ha metido las elecciones nacionales en una nebulosa. Diversas mediciones arrojan resultados disímiles, donde la única tendencia visible es que habrá una segunda ronda para definir al nuevo mandatario.
Y es que de acuerdo con la encuesta que se consulte, así serán los resultados y los dos aspirantes presidenciales que tendrán su lugar en el desempate electoral de abril.
Se ha acentuado aún más la relación amor-odio de los costarricenses con las encuestas electorales, sobre todo en las redes sociales, donde los troles, los bots, las baterías políticas y otros vándalos cibernéticos hacen de las suyas.
Por ejemplo, en la medición de Opol Consultores, dada a conocer el viernes anterior, el aspirante Fabricio Alvarado de Restauración Nacional se ubica en el tercer puesto (10,3%), muy cerca de Antonio Álvarez del PLN (12,3%) y Juan Diego Castro del PIN (11,5%).
Sin embargo, si se toma como referencia a Demoscopía un día antes, Alvarado se encuentra en el sétimo puesto con apenas un 3,5% de respaldo electoral, mientras que Rodolfo Piza del PUSC habría desplazado a Castro del podio.
CID Gallup determinó que Castro, del PIN, es el primer lugar en cuanto a la intención de voto, por encima del verdiblanco Álvarez, mientras que Piza y Alvarado se encuentran muy lejos de los primeros lugares en lo referente a la intención de voto, por lo que estaría claro quiénes irían a la segunda ronda.
En todos los casos, las encuestas fueron prácticamente coincidentes, pues se hicieron en un periodo de nueve días, por lo que es sorpresivo que se estén tomando diferentes fotografías electorales.
La guerra de encuestas podrían subir
de intensidad una vez más esta semana, dependiendo de los resultados que dé a conocer el CIEP de la UCR.
No obstante, los datos que dan a conocer las encuestadoras no preocupan a la mayoría de los comandos de campaña, quienes ven la “guerra de encuestas” como algo normal al cierre de una contienda.
“Es normal que a dos semanas de las elecciones se hagan muchas encuestas diferentes.
Cada una tiene su fotografía del momento, pero el análisis debe hacerse de manera particular, debido a que las metodologías son siempre diferentes”, dijo Francisco Chacón, jefe de campaña del PLN.
Por otra parte, algunos aspirantes presidenciales se encargan de echarle leña al fuego al debate de las encuestas.
Recientemente, Carlos Alvarado, del PAC, decidió acudir al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), con el objetivo de solicitar una fiscalización de la metodología utilizada por una encuestadora.
“En lo que corresponde al PAC las encuestas durante las últimas cuatro campañas electorales, han arrojado resultados y cifras que son claramente revertidos por los votos. Una cosa es lo que dicen las encuestas y otra los resultados. Le pongo los siguientes ejemplos: en enero de 2014 las mediciones nos daban un 9,5%, pero al final obtuvimos el 30,6% de los votos, mientras que en 2010 conseguimos un 25% y nos daban apenas un 14%”, señaló Alvarado, del PAC.
El propio TSE está consciente del peligro de la información falsa en torno a las encuestas, por lo tanto ha decidido limitar los sondeos y encuestas a través de redes sociales como Twitter y Facebook, con el objetivo de evitar que los electores se confundan más.
Esto, a pesar de que en otras resoluciones del órgano electoral se ha determinado que las redes son espacios de participación democrática, que no deben tener censura, tal como lo demostró la decisión de permitir el uso de redes durante las treguas electorales.
Quien violente la ley en cuanto a la publicación de sondeos será sancionado con una pena de ¢4 millones.
De hecho, en días pasados Borge & Asociados y Opol Consultores denunciaron que en redes sociales estuvieron circulando encuestas falsas atribuidas a sus respectivas marcas.
Mientras tanto, en el caso de las encuestas oficiales hay un control estricto, donde las empresas tienen que facilitar la metodología utilizada y estar registradas, además de estar sujetas a cualquier fiscalización.
En todo caso, a estas alturas de la contienda, las encuestas son un elemento más de debate, por lo que no es de extrañar que con cada una haya mucho revuelo e interés.