Primer grupo de senderistas que cruzaron el país relatan la experiencia
SEIS PERSONAS CAMINARON DESDE PARISMINA EN LIMÓN HASTA QUEPOS EN PUNTARENAS DURANTE SIETE DÍAS
Aprovechar las bellezas naturales de nuestro país y hacer ejercicio es una actividad que ha tomado mayor fuerza en los últimos años, especialmente para los más aventureros.
Un grupo de amantes del senderismo, actividad deportiva que consiste en caminar por el campo siguiendo un itinerario determinado, presentó una iniciativa conocida como El Camino de Costa Rica, un recorrido establecido para atravesar el país, del Caribe al Pacífico.
Finalmente, un grupo atravesó El Camino y concluyó esta travesía “outdoors” en siete días, a pesar de estar diseñada para realizarla en 14, esto lo ejecutaron del 26 de diciembre de 2017 al 1° de enero del presente año.
El grupo lo lideró José Miguel Molina, director y guía del grupo “A la montaña con JM”, junto con tres guías y dos aficionados.
El recorrido inició en los canales de Barra de Parismina en Limón y concluyó 280 kilómetros después en Quepos, Puntarenas, para un aproximado de 40 kilómetros caminados por día.
Este grupo realizó el trayecto con el fin de conocer el camino, probar los segmentos, medir las distancias y capacitar a los guías que serán los encargados de liderar los grupos de senderismo en futuras ocasiones cuando se abra El Camino a todo el público.
Esta iniciativa nace para esta- blecer una ruta que todos en Costa Rica conozcan y se llegue a conocer en el mundo entero, para así generar un producto turístico que permita fomentar el desarrollo rural en comunidades del país, de forma que afloren la riqueza natural y sus tradiciones, especialmente la indígena.
“La experiencia es hermosa, las personas van a conocer toda la cultura costarricense, desde la arquitectura afrocaribeña en el Caribe hasta los pueblos cabécar. En los canales se pueden observar una variedad de animales como tortugas, caimanes, cocodrilos y aves. Pasando el Cerro de la Muerte en la montaña se pueden atisbar felinos o al menos sus huellas, así como serpientes y ranas”, aseguró Molina, quien también realizó el recorrido con este grupo exploratorio.
Previo a iniciar la caminata, Molina y un grupo de expertos asesorarán las capacidades de los individuos del grupo para saber cuál caminata deberían hacer y en cuánto tiempo, esto basado en sus capacidades físicas.
De igual manera, todos los grupos tendrán al menos un guía y un médico o paramédico por cada diez senderistas.
“La experiencia es hermosa. Lo más complicado es la angustia inicial, el saber si voy a poder terminar el recorrido pero lo mejor es el día antes de llegar a Quepos, al saber que restan los últimos kilómetros hay una energía adicional, a nosotros cuando íbamos llegando y veíamos el mar se nos salían las lágrimas”, añadió Molina.
Los próximos grupos comenzarán a salir a partir de febrero.