¿CÓMO LOGRARLO?
Utilice solo lo que necesita
La primera regla para ahorrar energía es sencilla; sin embargo, a veces se mantienen las luces encendidas. Una opción viable son los sensores de movimiento. Estos permiten que las luces se enciendan únicamente cuando detectan a alguien, pueden generar un ahorro de energía que va del 5% al 10%, lo cual disminuye el impacto ambiental.
Revise su red eléctrica
Asegúrese siempre de que todos sus aparatos estén en óptimas condiciones, lo mismo el cableado y la red eléctrica a la que están conectados. Revise sus instalaciones eléctricas cada cinco años de la mano de un profesional capacitado y, si va a renovar o comprar algún aparato, asegúrese de que cuente con certificaciones de ahorro energético.
Adiós al consumo vampiro
Es muy cómodo tener conectados todos los electrodomésticos. Sin embargo, aunque no estén funcionando, el hecho de que estén conectados hace que sigan gastando energía. Por ejemplo, un microondas gasta 3,8 watts por hora, o hasta 25 si se deja su puerta abierta. Para evitar este consumo desconecte los aparatos que no utilice.
Iluminación led
Si aún utiliza bombillos tradicionales, no dude en cambiarlos. Las luces led son una gran opción, ya que reducen el consumo energético hasta un 70%, pueden durar hasta 25 veces más que las normales y evitan la emisión de 10 kilos de CO2 en 12 meses, lo que hará que su casa tenga un consumo energético eficiente y seguro, contribuyendo con el planeta. Fuente: Schneider Electric, especialista en automatización y gestión de la energía