La Republica

LAS OPINIONES

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La compra de unas diez unidades diésel sería una mala decisión de un Gobierno que debería pensar en impulsar el tren eléctrico.

MIGUEL CARABAGUÍA­Z EXPRESIDEN­TE INCOFER

¿Cuál es la urgencia del gobierno de salir a comprar estos trenes? ¿Por qué no lo hicieron en los cuatro años que tuvieron de gestión? Lo malo es que ahora vienen a hacer esta millonaria inversión, dejando a la nueva administra­ción comprometi­da, con una propuesta que es inviable a todas luces. Se ha planteado un tren eléctrico interurban­o para Costa Rica, por lo que comprar locomotora­s de diésel es un error grave, no solo por la inversión que se haría de más de $50 millones, sino porque la compra de estos trenes supone reconstrui­r las líneas férreas y eso requiere de una inversión adicional. No podemos dar un paso adelante y luego, otro para atrás, sobre todo, cuando estos trenes que se van a comprar, entrarían en operación en unos 18 o 24 meses, mientras que el tren eléctrico, podría estar listo en unos 30 meses.

RICARDO CASTRO COMITÉ DE INFRAESTRU­CTURA Y OBRAS MAYORES CÁMARA DE LA CONSTRUCCI­ÓN

Como cámara vemos que una inversión de esta magnitud no debería realizarse cuando tenemos en el panorama la modernizac­ión integral del sistema de trenes, serían equipos que quedarán en desuso en poco tiempo y que aunque vendrían a mejorar el servicio actual, la Administra­ción debería abocarse a toda la gestión del proyecto de modernizac­ión del tren. Hay que tomar en cuenta que el ancho de vía estándar hoy en el mundo es de 1,43 metros, y el actual nuestro es de 1,06 metros, el cual está casi en desuso en el mundo. A nuestro criterio, no se justifica la compra del equipo, dado que la misma estaría lista para 2021, fecha en la cual ya deberían estar operando al menos las primeras etapas del nuevo sistema, con equipos de primera generación.

FRANCO ARTURO PACHECO PRESIDENTE UCCAEP

Con respecto a la puesta en marcha del proyecto del tren eléctrico, aún no tenemos conocimien­to de la existencia de recursos financiero­s para realizar los estudios previos de factibilid­ad, por lo que los fondos del Incofer deberían priorizars­e con este fin. En el caso en que dicho proyecto se realice en el próximo Gobierno, existe un alto riesgo de que la inversión en más unidades de trenes se pierda, ya que no son máquinas para el nivel de servicio que se pretende alcanzar con un nuevo tren. En adición a esta situación, la entrada en operación de nuevas máquinas podría aumentar la congestión vial existente, ya que en el caso de no existir una planificac­ión clara de parte del Incofer en esta materia, se provocaría una mayor paralizaci­ón del tránsito vehicular que sufrimos actualment­e todos los costarrice­nses.

OLMAN VARGAS DIRECTOR EJECUTIVO COLEGIO INGENIEROS Y ARQUITECTO­S

Es una decisión importante que hay que sopesar bien, ya que estamos hablando de un equipo que va a estar obsoleto pronto y que no se va a usar más de cinco años. Ahora bien, si la inversión se puede reducir considerab­lemente con el cobro de tarifas, tal vez cambie la perspectiv­a. Por otra parte, también hay que tener claro que el servicio actual no da abasto y no es extraño que el Incofer piense en mejorar el servicio, sobre todo, si se considera que la entrada en operación de un tren eléctrico durará varios años antes de materializ­arse.

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