Diseñadora se inspira en las playas ticas para crear vestidos de baño
Inspirados en las playas ticas y otros paraísos naturales alrededor del mundo, los vestidos de baños de Beso de Mar quieren consolidarse en el mercado. La diseñadora Daniela Salazar y la administradora María Loaiza son las responsables de este proyecto, que pretende ofrecer diseños innovadores para la indumentaria de playa.
Realizan desde el boceto (planificación de la prenda), montaje digital del textil, patronaje, corte y la confección de cada prenda, también se crean de telas y estilos personalizados de acuerdo con los gustos y necesidades de cada cliente.
Cada prenda es única y el diseño está hecho con licras sublimadas que llevan impresas creaciones originales. En www.bdmcr.com los clientes podrán elegir cómo será su vestido de baño, pues la tienda les permite elegir el color y estampado de la tela, el estilo (una o dos piezas) y las tallas, que van desde la S, hasta la XL.
Una vez finalizada la elección, el sitio pedirá datos personales del comprador, como número de teléfono, correo electrónico y dirección física para coordinar la entrega del producto.
Este proyecto nació hace poco más de un año con la intención de vender sus productos tanto al detalle como al por mayor.
“Ofrecemos trajes de baño, indumentaria playera y ropa deportiva. Vendemos las piezas de los biquinis por separado, cada una a un precio desde ¢12 mil, hasta ¢15 mil y los de una pieza desde ¢25 mil, hasta ¢33 mil, orientadas a mujeres de 16 hasta los 40 años”, explicó Salazar.
La inversión que Beso de Mar ha hecho hasta el momento es de aproximadamente $20 mil.
Los fondos se destinaron para la compra de máquinas de coser industriales, compra de telas, sublimación, inversión en la página web, tienda física y producción.
Precisamente su punto de venta físico se ubica en el Boulevard de Los Yoses, frente al Auto Mercado.
Por otra parte, la tienda cuenta con distribuidores autorizados: Alé La Boutique, en el Mall San Pedro; Joy Boutique, en Tres Ríos; Monkey Mafia Surf Shop en Nosara, Tajadas de Sandía en Bocas del Toro, Boutique Sferas en Liberia y Biomercado en Puerto Viejo de Limón, sin olvidar de la tienda en línea.
“No hay nada fácil en ser emprendedor, todos los días se tiene que enfrentar a diversas situaciones como trámites gubernamentales, pago de impuestos y otros que muchas veces son las principales trabas a las cuales nos hemos tenido que enfrentar para ver este proyecto surgir”, agregó la diseñadora.
En el futuro, las empresarias fortalecerán las redes sociales de su negocio, además, en sus planes está crear alianzas con personas interesadas en poner una tienda fuera de San José, comprar una máquina de sublimado, y a largo plazo sondear las oportunidades de exportar a diferentes países.