Actividades generadoras de empleo, no impulsan la economía
Desacelera el crecimiento de la industria agrícola y comercial Comercio, manufactura y agro aportan la cuarta parte de la producción
El comercio, la manufactura y las actividades agropecuarias, aunque representan apenas una cuarta parte de la producción nacional, emplean a casi la mitad de los trabajadores.
Estas actividades han visto mermada su participación dentro de la economía, esto aunado a su crecimiento apenas sostenido y muchas veces volátil, presenta retos considerables para impulsar la economía.
El agro es muy fluctuante, principalmente debido a las condiciones meteorológicas a las que se ha tenido que enfrentar en los últimos años, que afectaron por varios meses la demanda interna. Haciendo que la demanda de trabajo del sector sea también fluctuante. A pesar de esto emplean al 12% de los ocupados.
En el caso del comercio, este creció un 2% en abril pasado; 1,5 puntos porcentuales menos que su crecimiento en el mismo mes en 2017.
Esta actividad solo aporta cerca del 10% de la producción y emplea a más de la quinta parte de la población ocupada.
La industria manufacturera, por su parte, destaca por la generación de implementos médicos, producción farmacéutica y productos cárnicos, que han mantenido a la actividad creciendo alrededor del 3% gracias a la demanda externa de dichos productos.
Y es que estas actividades cedieron su participación a los servicios, los cuales han sido bastante estables en su crecimiento. Solamente en los últimos meses han desacelerado apaciblemente debido a situaciones internas.
El paso hacia la tercerización de la economía ha sido más rápido que la capacitación de la población para ejercer este tipo de trabajos; es por eso que aún existe una desconexión entre el empleo y la producción.
La serie de tendencia ciclo del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) presentó en abril un crecimiento interanual del 2,8%.
Cifra menor en 0,2 puntos porcentuales a la observada en el mismo periodo del año anterior, producto de la desaceleración en el crecimiento de la mayoría de actividades económicas, en especial las actividades financiera y de seguros, servicios profesionales, comercio, y la agricultura, silvicultura y pesca, las cuales en explicaron el 92,5% de la desaceleración del indicador general.