Madre e hija cautivan con sus uniformes a mujeres deportistas
Croma tiene año y medio en el mercado
Hace año y medio nació Croma, una pyme tica que se especializa en el diseño y confección de prendas de ropa deportiva para mujeres, liderada por una madre y su hija.
El proyecto se hizo realidad gracias a la necesidad de Alessandra Castillo y Ana Carolina Vallespide de contar con su propio negocio.
La madre, Ana Carolina, tenía desde hace diez años un taller de costura y su hija es arquitecta de profesión, en ese momento decidieron darle vida a su empresa combinando sus pasiones por el arte y el color, que es precisamente lo que significa el nombre del negocio.
“El taller se dedicaba exclusivamente a confeccionar trajes y disfraces para funciones de baile, obras de teatro y de colegio. La temporalidad de trabajo de este negocio se concentraba en la segunda mitad del año y a principios el flujo de trabajo era bastante bajo. Por esto decidimos buscar un negocio que nos diera más movimiento a principio de año y pudiéramos utilizar las máquinas y el personal que ya teníamos”, explicó Vallespide.
La marca ofrece leggings, joggers, shorts, tops, camisas, vestidos de baño y jackets, confeccionadas para antes, durante y después del ejercicio.
Además de su local principal ubicado en Curridabat, Croma tiene nueve puntos de venta como tiendas de diseño o gimnasios que le dan un espacio para vender sus productos en diferentes lugares del país.
“Nuestros clientes son mujeres de diferentes edades y ocupaciones, muy dinámicas y llenas de energía, a quienes les encanta practicar cual- quier tipo de deporte. Asimismo, el diseño personalizado cautiva a las personas que valoran el que una prenda de ropa sea artesanal y única, hecha con cariño y en un ambiente de trabajo ameno”, dijo Castillo.
Las empresarias se encargan de diseñar las piezas, coordinar aspectos técnicos y administrativos de la tienda, así como asegurar el acabado final y los estampados de las prendas.
Asimismo cuentan con una cortadora de tela que se encarga de cortar las prendas y de atender a los clientes, tres operadores de máquinas que confeccionan las piezas y por último en este momento una pasante diseñadora de modas que las apoya en todo.
Hasta el momento, la pyme ha invertido unos $20 mil para echar a andar el negocio y consolidarlo en el mercado costarricense.
Como parte de los planes para el futuro, Croma quiere crear una línea de ropa masculina, así como tener una propia página web donde se expongan y vendan todas las prendas.
Por otro lado, tienen en mente agregar a la tienda otras marcas complementarias al producto y convertir el taller en un espacio colectivo de diseño.