De rankings y calificaciones…
Es algo que todo dueño de restaurante sabe: las buenas críticas aumentan su credibilidad, mientras que las terribles le pueden arruinar. Hoy, en una época en la que todos pueden ser críticos en línea, las calificaciones serias nunca han sido más importantes. Pero hasta ahora en nuestro país nadie nos garantiza tener una propuesta local con credibilidad, capacitada y sobre todo anónima. De hecho, una calificación adicional de media estrella o punto causa efectos inmediatos. Significativamente, los efectos se dan sin ningún cambio en los precios ni en la calidad de la comida y el servicio, simplemente son suficientes para atraer a nuevos comensales. A estas se les pueden sumar los sitios y foros de las redes sociales, para generar los resultados que los restaurantes esperan, porque sí es importante tomar en cuenta la forma en que los consumidores juzgan la calidad de los bienes y servicios. Estos deben ser complementos y reafirmaciones, mas no los calificadores y evaluadores. Por eso es importante que en nuestro país, donde queremos ser un destino gastronómico, pidamos a las entidades afines a la industria que tomen con seriedad este tema y lo valoren, ya que puede ser muy beneficioso y no solo obligaría a la industria a mejoras, sino que educaría al consumidor en varios aspectos como por ejemplo a interpretar conceptos, técnicas y valorar el servicio ofrecido. El asunto con estas entidades es que no poseen el personal calificado, definitivamente no tienen la cultura, el mundo, ni la formación para dar credibilidad, ni a los restaurantes, ni a los comensales en cuanto a cómo evaluar las experiencias culinarias y de servicio. Pero, ¿si por un periodo de unos años, invirtieran en traer expertos de afuera a hacer esas evaluaciones? Siento que no es una idea descabellada. Podríamos ir creciendo y generando un criterio creíble y que genere un efecto positivo, o bueno, nos quedamos en manos de la opinión de blogueros y opiniones subjetivas de consumidores.