Guardaparques y jerarca enfrentados por condiciones laborales
Falta de armamento y deterioro de instalaciones entre los reclamos
Las condiciones en que deben atender el resguardo de los parques nacionales tienen enfrentados a trabajadores y jerarcas de la cartera de Ambiente.
Por un lado, los guardaparques piden la salida de Carlos Manuel Rodríguez, ministro del ramo, ante el deterioro de las instalaciones
asignadas, falta de personal, poco armamento para defensa pese a amenazas como el narcotráfico y el incumplimiento de pluses salariales.
Sin embargo, el tema presupuestario es un obstáculo para atender la mayoría de sus demandas, reconoce el ministro.
En cuanto al tema de infraestructura, hay molestia porque la inversión se ha centrado en instalaciones turísticas y no en mejorar los puestos de control y otros recintos destinados a los funcionarios.
Además, si bien ambos grupos reconocen que hay déficit de personal, discrepan en el número; los guardaparques exigen 800 plazas, mientras que el Minae considera que son 300 las que se requieren.
Actualmente, hay unos 350 funcionarios, lo que significa que un guardaparques cubre 4 mil hectáreas de terreno, dos por zona protegida y diez de ellos por parque nacional.
“Me gustaría que contáramos con más recursos (…) en esta administración me he encontrado la situación presupuestaria más crítica de mis períodos como funcionario del Minae”, admitió Rodríguez.
Por ahora, el Minae gestiona contratar 50 nuevos funcionarios, pero los trabajadores cuestionan que once de esas plazas se destinarán a directores regionales del Sistema Nacional de Áreas de Conservación y no para labores de campo.
El narcotráfico es otro fenómeno que inquieta a los guardaparques, pues alertan que están operando en zonas protegidas donde incluso construyen aeropuertos clandestinos.
Es por ello, que solicitan, al menos, chaleco antibalas y un arma de fuego para cada funcionario, pues consideran que el armamento disponible no es suficiente, a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo.