Cine tico enfrenta comedia trágica por amenaza de recorte del presupuesto
Cultura es de las pocas carteras que recibirá más recursos el próximo año, justifican diputados
La industria cinematográfica nacional atraviesa una comedia trágica por la amenaza de que se le recorte un porcentaje del presupuesto para el próximo año, en uno de los momentos más boyantes en cuanto a producción nacional se refiere.
Esa posibilidad se analiza en el Congreso, en donde un grupo de diputados valora trasladar ¢100 millones que le fueron asignados al Centro de Cine para ayudar a tapar el hueco financiero de ¢26 mil millones que le recortaron a las Asociaciones de Desarrollo para el año entrante.
Los cineastas alertan la inconveniencia de desalentar al sector, considerando el empleo y los encadenamientos productivos que genera a la economía nacional.
“Es increíble que se quiera recortar a un sector que genera el equivalente al 2,2% del PIB, incluso más que la industria hotelera y bananera. Es contraproducente para la reactivación económica que el Gobierno pretende”, dijo Antonella Sudasassi, cineasta nacional.
Se teme que el recorte al Centro de Cine impacte el fondo para la producción audiovisual, el cual ha ayudado a 50 jóvenes a desarrollar sus proyectos, así como otros programas de difusión cultural como Preámbulo, que proyecta películas gratuitamente.
Sin embargo, en Cuesta de Moras llaman a la calma, al considerar que el presupuesto asignado para atender el sector Cultura el próximo año incluye un incremento por encima del 7%, en tanto que el Centro de Cine de un 22%, según Shirley Díaz, diputada del PUSC que propuso una de las mociones para reducir los recursos de esta cartera.
En esa línea, justifica que Cultura era una de las únicas cuatro carteras que habían recibido un incremento presupuestario para 2020.
Por ahora, los cineastas y productores ven una salida en la Ley de Cine, que también se tramita en el Congreso, y que procura reducir de 6% al 1,5% el tributo que se le aplica en la actualidad a los espectáculos públicos para incentivar la asistencia, y destinar el 20% de lo recaudado al Centro de Cine.
Y, por otra parte, la propuesta amplía la base de contribuyentes para incluir plataformas digitales que difunden producciones audiovisuales como las cableras y los servicios de streaming como Netflix.
El sector cultural representó ¢1,1 mil millones en la economía del país para 2015, según datos de la Cuenta Satélite de Cultura.
Además, emplea al 2,3% de la fuerza laboral del país; es decir, a más de 52 mil personas.
Entre el 2010 y el 2016, el crecimiento total del empleo en el sector fue de 4,6%, y en particular en el sector audiovisual fue de un 50%, sin contar los encadenamientos productivos que genera.