Compleja salida para ampliar ruta 27
Intención es llevar la carretera a seis carriles entre Sabana y Ciudad Colón, así como a cuatro hasta Orotina
Tras casi 20 meses de la actual administración, hay una promesa de campaña en infraestructura de la que no se tiene resultado aún por la complejidad que implica: la ampliación de la ruta 27.
El principal escollo es conseguir un modelo que permita llevar la carretera a seis carriles entre La Sabana y Ciudad Colón y a cuatro hasta Orotina, sin que los $600 millones que eso implicaría impacte fuertemente en la tarifa de peaje.
La mitad de la ruta 27 es a dos carriles por sentido y la otra mitad a un carril, lo que genera que la tranquilidad de venir a 80 kilómetros por hora (km/h) se convierta en molestia al tener que bajar la velocidad a 20 km/h (o menos), por el tapón que se forma cuando se reduce la vía.
Esa situación aumenta el doble el tiempo de recorrido, lo que genera un alto gasto a los conductores y hace necesario buscar una salida, considerando que la ruta 27 lleva hacia el principal puerto del Pacífico, hacia los destinos turísticos de ese litoral y es se ha convertido en una ruta alterna para zonas industriales que se han habilitado en su zona de influencia, como El Coyol y Orotina.
Pero hacerlo implicará una amplia negociación entre el gobierno y Globalvía, concesionario del proyecto al que le restan aún 13 años de contrato.
Entre ambos deben definir un modelo financiero que satisfaga a los usuarios, para evitar consecuencias sociales como las que generó la concesión de la ruta a San Ramón, cuyo contrato fue rescindido por el gobierno de Laura Chinchilla, por la revuelta social que implicó la tarifa de ¢2 mil por sentido.
El costo actual por recorrer toda la ruta 27 asciende los ¢2.700 por sentido y considera la inversión inicial en el proyecto que fue de $300 millones.
Es decir, que la tarifa de peaje actual incluye la mitad de lo que se pretende invertir en la actualidad para ampliar la capacidad y atender los defectos de diseño que presenta el proyecto.