Mayor apertura comercial demandan diputados a Carlos Alvarado
Cientos de negocios podrían quebrar con apertura a cuenta gotas
Desempleo afecta al 20% de la población
El gobierno de Carlos Alvarado debería revisar cuanto antes las medidas de cierre y apertura planteadas para agosto, sobre todo, al desconocerse cuál será el impacto en la economía y en los negocios, según varios diputados opositores.
Lograr un punto de equilibrio que permita evitar una mayor propagación del Covid-19, pero que también logre incrementar la actividad económica y el trabajo, es lo que demandan los legisladores.
“Los comercios deberían seguir operando bajo ciertas normas y regulaciones, con el derecho de admisión para no permitir el ingreso a personas irresponsables, porque si esto no ocurre pronto la afectación puede ser nefasta”, dijo Rodríguez.
La legisladora hizo un llamado para que, a la mayor brevedad se revisen las medidas que se están aplicando, pues “urge que los comercios, los negocios, puedan empezar a generar y que la gente tenga trabajo, porque los efectos sociales pueden ser muy grandes y no lo podemos permitir”.
Mientras tanto, Pedro Muñoz de la Unidad, se refirió a la importancia de tener una hoja de ruta para reducir el desempleo.
“Si se apaga la economía, se apagan la salud, la educación y la seguridad”, dijo Muñoz.
Con la intención de lograr un balance entre medidas sanitarias y productivas, el gobierno dio a conocer varias fases de apertura y cierre para el mes de agosto.
Las etapas aplicarían solo para los cantones bajo alerta naranja, es decir, para los cantones del GAM mayoritariamente.
Bajo esa premisa, las actividades productivas se permitirán del 1 al 9 de agosto.
A partir del 10 de agosto y hasta el 21 de agosto inclusive, todo el comercio, salvo las excepciones ya conocidas como supermercados y farmacias, se volverían a cerrar.
Entre el 22 y el 30 de agosto el comercio abriría de nuevo sus puertas.
Ciudades como Montes de
Oca, Tibás, Escazú y Goicoechea serán sujeto de las medidas, dijo Pilar Garrido, ministra de Planificación.
La idea es que la empresa privada produzca con un calendario de trabajo programado, lo que permitiría mitigar cierres y despidos.
En cuanto a los cantones bajo alerta amarilla, no habrá fases de apertura y cierre y se mantendrán las mismas condiciones todo el mes.