Economía en zonas rurales se beneficiaría con siembra de café robusta
2 mil empleos directos y permanentes se proyectan a un plazo de 15 años gracias a esta actividad
Nuevas oportunidades de trabajo para reactivar la economía en zonas rurales del país es el principal beneficio que traería la siembra de café robusta en Costa Rica, de acuerdo con representantes del sector cafetalero. Cerca de dos mil empleos directos permanentes y la incorporación de 2.400 productores se proyectan en un plazo de 15 años. Mientras que, para la época de cosecha se estima que 10 mil personas serían empleadas en recolección y mil más en beneficiado y transporte. “La agricultura del café demanda trabajo tanto de profesionales y técnicos, como operativos y mano de obra de campo y recolección, además de los trabajos que derivan de la activación económica de las regiones, el proceso industrial, encadenamientos resultantes y familias productoras incorporadas”, dijo Enrique Carvajal, vocero de la Cámara Nacional de Cafetaleros. Por sus amplios terrenos en desuso, las zonas de Upala, San Carlos, Pacífico Central, Sarapiquí y las llanuras de Guanacaste, son zonas con potencial para la caficultura de robusta. Mismas que no compiten con la producción de café arábico ya que estas se siembran en alturas superiores a los 900 metros sobre el nivel del mar y no es una opción para estas regiones por sus requerimientos agroclimáticos. “Las regiones con potencial para la siembra de café robusta coinciden con zonas con índice de desarrollo humano más bajos del país. Esta es la especie que mayor incremento en la demanda ha tenido en los últimos 40 años”, señaló Juan Diego Araya, vocero de la Cámara de Exportadores de Café. Instalar parcelas de experimentación para probar diferentes variedades de robusta, desarrollar el conocimiento para luego interesar y capacitar a grupos de productores en regiones factibles son los primeros pasos para producir este café. Posteriormente para dar un valor agregado, los expertos recomiendan dar un enfoque de calidad y diferenciación. Por su parte, los productores nacionales se verían beneficiados con una demanda mundial organizada y un mercado en el cual Costa Rica tiene reconocimiento mundial. La siembra de café robusta en Costa Rica se prohibió en 1998 por medio de un decreto ejecutivo por razones fitosanitarias y en 2018 las autoridades levantaron la orden.
Es una especie menos susceptible
a enfermedades
Se adapta más al cambio climático por lo que necesita menos
agroquímicos
Por la topografía de las regiones productoras, los cultivares de robusta tienen la posibilidad de manejarse de manera manual o
mecanizada
Se ubica como un café de alta calidad por las variedades, formas
de cultivo y proceso