Cáncer de próstata es la segunda causa de muerte a nivel mundial en hombres
20% de los antígenos no marcan la presencia de tumores a menos que estén en etapa avanzada
Solo superado por los padecimientos cardiacos, el cáncer de próstata se ha posicionado como la segunda causa de muerte en la población masculina a nivel mundial.
Considerado por especialistas en salud como un tumor “oculto”, se atañe su letalidad a la falta de una acertada cultura preventiva, a pesar de que hoy existen muchas investigaciones y tecnología, que podrían ayudar a obtener diagnósticos más precisos y tempranos, y por consiguiente estadios menos adversos.
Este cáncer se forma en la próstata, que es una glándula pequeña con forma de nuez, que produce el líquido seminal encargado de nutrir y almacenar el esperma.
Aunque en muchas ocasiones crece lentamente y permanece limitado a la glándula prostática, en donde no causa un daño grave, ocupando un tratamiento mínimo o no necesitarlo; en otros casos, puede ser agresivo y se disemina con rapidez.
Dentro de los síntomas más comunes que se asocian a este tipo de tumor están dolores de espalda, caderas, tórax, adormecimiento en los pies, dolor de huesos, pérdida de peso sin justificación; también dificultad para orinar, flujo débil o deseos repentinos de orinar, sangre en la orina o en el semen y disfunción eréctil.
La forma de detección es con un procedimiento rápido y sencillo, mediante el cual el médico palpa la superficie de la glándula de la próstata a través del recto para detectar masas sospechosas, texturas anormales o durezas que pueden indicar la presencia del cáncer
“Es poco común que afecte a hombres menores de 40 años, pero la probabilidad de padecerlo aumenta rápidamente después de los 50 años, momento en que no solo podría agrandar el número de nuevos casos, sino la agresividad del tumor”; explicó Esteban Coto, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe.
Se calcula que para el 2025, el número de nuevos casos aumentará en la región a 253 mil, por lo que una detección temprana, combinada con un tratamiento adecuado es fundamental para diagnosticar oportunamente la enfermedad.
“Este tipo de cáncer se comporta de manera muy similar al cáncer de mama, son tumores muy hereditarios y hormonales, que vienen asociados a un gen ya predispuesto para el hombre, especialmente para quienes tienen antecedentes familiares”; explicó Edward Cardoza, médico especialista en urología, quien recalcó que el 90% de estos son adenocarcinomas y solo un 10% tumores transicionales.
Otros factores de riesgo para desarrollar el cáncer de próstata son: dieta, raza, geografía, obesidad, tabaquismo e infecciones de transmisión sexual.
La tasa de sobrevida a cinco años para un cáncer localizado es casi del 100%, pero en etapa avanzada es del 30%, y de ahí la importancia de que los pacientes valoren su condición de salud con un médico especialista, quien podrá recurrir a análisis como el Antígeno Prostático Específico (APE) y Tacto Rectal (TR), o las pruebas genéticas en caso necesario.
“Sobre la forma de diagnóstico es importante advertir que la prueba de antígeno prostático es un examen de referencia, que nunca va a sustituir el examen físico, porque no hay nada que sustituya la sensibilidad de un dedo. De hecho, un 20% de estas pruebas no detecta la presencia del tumor y solo lo hacen cuando ya está avanzado”; explicó Cardoza.
Es fundamental trabajar con procesos de educación en todo el entorno de salud, incluidos los pacientes y familiares, debido a que los beneficios de la detección y tratamiento en estadios tempranos podrían ayudar a una disminución notoria en la progresión de la enfermedad.
Durante el 2020, se estima que este padecimiento cobró la vida de 57 mil varones en Latinoamérica y el Caribe.