FLORES CON CAMINO DE ESPINAS
La carreradel recio futbolista Andrés Flores, hijo de Roger “Capitano” Flores, se ha llenado de espinas desde setiembre del 2014 cuando empezó a sufrir por una lesión en la rodilla izquierda.
El calvario comenzó el 24 de ese mes cuando vistiendo la camiseta de la Universidad de Costa Rica se lesionó jugando contra Saprissa, en la Cueva.
Andrés sufrió ruptura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda, lesión que hasta la fecha lo tienen alejado de las canchas.
En octubre del 2014, y después de hacerse un tanate de exámenes, puso su rodilla en manos de los médicos Carlos Palavicini y Willy Gálvez.
“Ellos me operan y me ponen un anclaje, conocido como ‘endobutto’ que siempre colocan para fijar el ligamento”, contó Flores.
Hasta ahí todo parecía ir normal, después de cerca de diez meses de recuperación volvió a las canchas y jugó algunos partidos con los académicos.
De nuevo. Tras finalizar ese torneo, en diciembre del 2015 ficha para el Santos de Guápiles, donde solo pudo jugar 90 minutos ese verano, fue ante la Liga el 4 de febrero.
Andrés salió de la mejenga, en el Alejandro Morera Soto, con la misma lesión.
“Ahora que me lo volví a romper, en el INS no quitaron ese ancla- je viejo, pusieron uno nuevo y parece que el viejoempezó a actuar como cuerpo extraño y provocó infección”, explicó el defensor.
“Me hicieron como seis operaciones en dos semanas. Me operaron el 20 de febrero. Una semana después no aguantaba el dolor, no podía flexionar la rodilla, me daban picos de calentura y me fui al hospital del Trauma, me internaron por dos semanas, me tuvieron con antibióticos intravenosos, me hicieron lavado quirúrgico para limpiar la rodilla y eliminar bacte- rias y me dieron de alta”.
Pero ahí no terminó el calvario. Tuvo que regresar al hospi hace como 25 días, y ahí otra vez pasó por el bisturí pues le quitaron el primer anclaje y le dejaron solo el nuevo. La operación fue de emergencia y salió del hospital la semana pasada (martes 10 de mayo).
“Ahorita me siento bien, pero estoy con antibióticos y anticoagulantes por quince días, habrá que ver más adelante cuando pase el efecto del antibiótico, espero que esta vez ya hayan quitado todo”, explicó el defensor.
Futuro incierto. Andrés solo quiere dejar de visitar las salas de Hospital y aunque aún tiene contrato con el Santos podría quedarse sin equipo en cualquier momento. “En teoría, según me han comentado, quieren que no continúe, siento que es entendible, si no quieren que siga entiendo porque casi no he jugado, pero necesito respaldo porque ahorita no puedo trabajar. “Gracias a Dios este martes me reuní con gente del club y me dijeron que me mantendrán en planilla para conservar el seguro”, destacó Flores muy agradecido. Y es que son seis meses los que tiene por delante para recuperarse.
Incertidumbre. La lesión le causa gran incertidumbre a Flores pues no sabe si volverá al fútbol profesional. Asegura que esa es una de las preguntas más difíciles de responder.
“Sí me gustaría regresar, me pueden quedar cuatro o cinco años buenos, pero ahorita estoy muy entregado a Dios y le puse mis sueños, mis anhelos para que Él decida, pero sí de todo corazón quiero volver”, comentó.
Eso sí, a pesar de la dura prueba, Flores está agradecido con doctores, enfermeros, terapistas físicos y hasta con los mismos pacientes con los que le tocó compartir porque siempre lo ayudaron, al igual que el apoyo incondicional de familia, amigos y allegados.