Ladrones bautizan a cura
BARREN CON ¢15 MILLONES DE LAS FIESTAS EN CORO
El sacerdote Luis Alberto Sánchez es dulcitico para los robos.
La más reciente experiencia la vivió ayer en la madrugada, cuando varios bichos se metieron a la oficina parroquial de Coronado y jalaron con ¢15 melones que se recogieron en las fiestas patronales, que recién terminaron la noche de este lunes.
Sánchez, padrecito de la iglesia de Coronado, sufrió tres golpes a manos del hampa en la iglesia de Pavas, cuando estuvo designado en esa comunidad.
Él apenas tiene seis meses en Coro y ya lo “bautizaron”.
“Esta es la primera vez que se nos meten a robar aquí”, contó el padre, que se sentía muy nervioso.
Mala noticia. La Policía despertó a las 2 a. m. de este miércoles al curita para avisarle del desorden que dejaron los ladrones.
“Cuando los oficiales pasaron por el lugar vieron la cochera abierta y por eso me llamaron”, comentó Sánchez.
El robo se dio en las oficinas parroquiales que están a un costado de la iglesia y de la casa cural, por lo que el sacerdote asegura que no escucharon nada.
Losbichosabrieron el garaje de las oficinas, rompieron una puerta que comunica con la parte de aden- tro del edificio y se robaron la caja fuerte donde estaba el platal.
Al consultarle al padre que si en el lugar había cámaras o algún tipo de seguridad respondió: “Eso ha sido un error, porque no tenemos cámaras, nos bautizaron en ese sentido porque es la primera vez que nos pasa aquí”, manifestó.
¿Gato casero? La forma en la que ingresaron al edificio y la velocidad con la que encontraron la caja fuerte hace pensar que tal vez la persona que estuvo detrás del atraco es alguien conocido.
“Puede ser algún gato casero porque los movimientos fueron muy precisos hacia la caja fuerte, como que ya sabían dónde estaba específicamente”, destacó.
Esfuerzo se esfumó. Los coronadeños se pegaron una breteadota para poder recoger la platica durante las celebraciones.
“La verdad el pueblo está muy dolido, tanto que trabajó la gente para eso, la verdad que eso es una barbaridad”, dijo indignada doña María Rojas, vecina de Coro.
Así como doña María hubo otras señoras que lamentaron el suceso porque ellas mismas fueron a ayudar a cocinar a las fiestas.
Parte de lo que les duele es que esa platica estaba destinada para hacerle algunas mejoras a la histórica y hermosa iglesia, darle mantenimiento e invertir en grupos pastorales y de formación.
A pesar del colerón, los vecinos aseguraron que si deben ayudar de nuevo a recoger la platica lo van a hacer con mucho gusto por la Iglesia.