La Teja

Violencia intrafamil­iar

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La violencia intrafamil­iar proviene de muchas raíces y generalmen­te son patrones aprendidos y afianzados en las familias como una forma de vida.

Realmente los miembros de unhogar nodeseanvi­vir así, pero con tal de protegerse es muy difícil salir del círculo vicioso.

Otras razones son que los hijos no tengan la seguridad económica necesaria o el miedo a la soledad.

Para ayudar a las víctimas de la casa se recomienda­n ciertas herramient­as psicológic­as y de comunicaci­ón talescomo nunca retar o discutir cuando el miembro violento empieza su agresión verbal o física. Es mejor salir corriendo y encerrarse en un cuarto o irse a caminar unos veinte minutos mientras pasa la ira.

Proteger a los niños lo más que se pueda, llevarlos a un cuarto y cerrarconl­lave hasta que todo vuelve a la calma.

Cuando intenten provocar conburlas, acoso, humillacio­nes y órdenes fuera de lugar es de vital importanci­a responder con la siguiente muletilla: “Para mí no es negociable que...” y luego añade lo que está pasando. Ejemplo: “Para mí no es negociable que usted me grite”, o “para mí no es negociable que usted me insulte”, y otras frases similares. Acto seguido se retira y punto.

Si el agresor no cambia su conducta, el último paso será dejar para siempre esta forma tan patológica de vivir y buscar amor y solidarida­d donde verdaderam­ente exista.

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