Siameses en oración
Dos súplicas muy fuertes latieron este lunes en el corazón de Evelyn Badilla, la mamita de los bebés siameses Samuel y Ezequiel Núñez.
Evelyn caminó desde San Isidro de El Guarco, en Cartago, y entró de rodillas hasta los pies de la Negrita, para pedirle que la cirugía de separación de sus preciosos sea todo un éxito.
Del altar se levantó renovada con otro deseo. “Me siento muy feliz (suspiró), pero siento que me falta, tengo que hacer otra romería; con mi familia, Dios me permita regresar dentro de un año a agradecer con mis hijos”, dijo con una sonrisa y los ojos cargados de brillo.
Samuel y Ezequiel nacieron el 11 de diciembre unidos por la cabeza. Ahora están en un proceso de preparación para ser separados dentro de pocos meses, en el Hospital de Niños.
Evelyn y su esposo, Stallin Núñez, son de Filapinar de San Vito de Coto Brus, pero ahora viven en Cartago. La mamita se unió a los más de 100 romeros de la zona sur que llegaron minutos antes del mediodía a la basílica, después de nueve días de peregrinación.
Toda la delegación salió de San Vito el domingo antepasado y este lunes Evelyn los topó en El Guarco. Ahí se encontró con Joseline Alvarado y Leonardo Chavarría, sus amigos del alma y padrinos de José Francisco, el hermanito mayor de los siameses. Joseline y Leonardo caminaron para pedir el favor de que la operación de Samuel y Ezequiel sea todo un éxito. “Ellos son personas de fe; Stallin dijo: ‘Mis hijos vana vivir, a jugar y a correr’, por eso Dios los es- cogió a ellos, porque tienen esa fortaleza que viene de Él”.
“Esta es mi sétima romería; el año pasado yo dije que no volvería porque es un camino largo, cansado, doloroso, y ya había cumplido con lo mío, pero estos bebés son un milagro de vida, unos luchadores y por eso estamos aquí una vez más”, expresó Joseline.
Muy conmovido y llorando Leonardo –quien es cruzrojista y dio asistencia al grupo durante el trayecto–, dijo que el amor por los pe- ques fue el motor en cada paso.
“Esta romería no ha sido fácil, yo se la entrego a estos bebés, y el otro año yo sé que ellos nos van a esperar aquí (la basílica), así va a ser”, expresó Leonardo.