Todo queda enfamilia
TRILLIZAS Y UNA PAREJA GAY COMPETIRÁN EN ESTAS OLIMPIADAS
correrán la maratón, una madre y un hijo se la jugarán en la competencia de tiro y un matrimonio de dos mujeres en el hockey sobre césped son parte de las historias de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica serán también los primeros en contar con una madre y un hijo compitiendo juntos, en el mismo deporte y en la misma disciplina.
Llegan desde Georgia y son la campeona Nino Salukvadze, de 47 años, que disputará sus octavos Juegos Olímpicos y que ganó un oro y una plata en Seúl 1988, y su hijo, Tsotne, de 18 años.
“La familia es lo más importante en la vida de todos y compartir algo tan único con mi familia es un logro increíble. Es algo que les deseo a todos los atletas, en tiro o en cualquier otro deporte”, declaró Tsotne.
En el equipo argentino de vela, Santiago Lange (Nacra 17), bronce olímpico en 2004 y 2008, volverá a competir, aunque esta vez acompañado en la delegación por sus hijos Yago y Klaus que competirán en la prueba de 49er.
Río 2016 también será una fiesta para la familia Grael, igualmente gracias a la vela. La regatistaMartine y su hermano, Marco, competiránenpruebas diferentesde49er FXy 49er), con su padre Torben como entrenador en jefe.
También será histórica la participación de Kate y Helen Richardson-Walsh en el hockey sobre césped, un matrimonio de dos mujeres que defienden los colores de Gran Bretaña.
Son pareja desde 2008 y en el 2012 en Londres lograron colgarse la medalla de bronce, pero entonces todavía no estaban casadas.
Su boda tuvo lugar en el 2013 y el resto del equipo participó de aquella fiesta tan poco común para el mundo del deporte.
“Éramos amigas, pero tampoco íntimas. Todo surgió de repente, se creó una fuerte conexión emocional entre nosotras”, contó Helen a la prensa de su país al repasar su historia de amor con la que hoy es su esposa.
Las estonias Leila, Liina y Lily Luik, exbai- larinas de hip hop y competidoras de maratón, también se preparan para escribir una página en la historia de los Juegos Olímpicos.
Ellas son hermanas trillizas que no aspiran a medalla y que se aficionaron a correr cuando pasaban los veranos en la granja de sus abuelos.
Con este tipo de historias queda claro que verdaderamente el deporte existe en el mundo para unir y no para lo contrario.