Chepito y la gran represa
Pinzo, la inauguración ayer de la planta hidroeléctrica Reventazón debe ser un motivo de tremendo orgullo para todos los costarricenses por un montón de razones.
Primero porque nos recuerda la visión que tuvieron quienes fundaron el ICE y quienes lo han ido fortaleciendo con el tiempo.
Después porque podemos ver que, cuando se lo propone, Costa Rica es capaz de empezar y terminar con éxito proyectos gigantescos como este.
Mae, Pinzón, esta obra es la segunda más grande de Centroamérica, solo la supera el enorme canal de Panamá.
Cuando esté trabajando a toda potencia podrá darle electricidad nada menos que a 525.000 hogares, la represa tiene 130 metros de altura, hicieron falta 29.000 toneladas de acero para la obra y el lago que forma la represa medirá 7 kilómetros. ¡Es una monstruosidad!
Otro gran motivo de orgullo es que ese gigante fue levantado, poco a poco, desde el 2000 por mano de obra costarricense. Hombres y mujeresquebretearon durísimo para que la obra fuera una realidad.
Ah, y hay un detallazo que me encantó: la placa que recordará la fecha de inauguración no dice que la hizo tal o cual gobierno. Dice: “obra construida por costarricenses para Costa Rica”; ese es muy importante porque los gobernantes pasan, pero las obras quedan.