La Liga sí rezó
brillante, la nueva era de Guilherme Farinha se está ganando el cariño de los manudos.
Alajuelense triunfó 2-0 ante el Santos de Guápiles con pepinos de Jonathan McDonald y Cristopher Meneses y así mantiene el paso perfecto desde la llegada del luso.
A la aficiónmanuda parece que hasta se le movió el corazón pues llegó más gente de lo habitual al Morera Soto.
También aceptó con las manos abiertas las disculpas de José Guillermo Ortiz. El delantero entró al minuto 71 por Diego Madrigal en medio de aplausos.
Los que silbaronel domingo pasado ayer la arroparon con sus aplausos para ir dejando de lado la peor semana de su carrera.
Con la buena vibra de Farinha el manudo parece retomar cierta dosis de fe en su equipo, esperando dejar las tormentas de lado.
Más allá de las buenas acciones se necesitó paciencia parauna mejenga que en el primer tiempo fue para el bostezo.
Entre Atisbos, el programa de GuidoSáenz de décadas pasadas, y el inicio del partido se daban duro de cuál ponía más rápido a dormir a la gente.
No hubo un solo remate o jugada destacable. Los equipos no se acercaron al marco, los porteros no se ensuciaron los guantes, los aficionados bostezaban.
Por dicha en el segundo tiempo las cosas se despabilaron un poco en ambos marcos y llegaron los goles.
LaLiga salióconmásganas yal menos los remates ya se asomaban como uno de José Salvatierra a los 60 minutos, que se fue desviado.
A los 67 apareció el táctico del fútbol para romper un partido que No queremos perder el objetivo del liderato, es la meta que tenemos”.
no lucía para nada.
Jonathan McDonald aprovechó que la pecosa le quedó luego de un trabonazo entre Salvatierra y José Garro. Así vacunó aMarco Madrigal con un tiro al primer palo.
Bigmac tenía mes y medio de no jugar por la sanción de tres parti-
dos luego de su expulsión en el clásico y el delantero cumplió.
El gol revitalizó un poco a los manudos, que buscaron más, porque del lado guapileño fue un partido muy flojo.
El fuerzón que traía de tres victorias consecutivas lo dejó en la
choza, Cristhian Lagos no se vio por ningún lado.
Cuando parecía que los caribeños buscaban nivelar un poco, apareció lo mejor de la noche: el golazo escandaloso de Cristopher Meneses, un zapatazo al que le metió alma, vida y corazón.
Faltaban cinco minutos para terminar el partido y el trallazo del lateral desde fuera del área Madrigal no lo vio ni pasar.
El pepino sirvió para darle a la afición la ilusión de buenas sensaciones, escalar al tercer lugar de la tabla (con 20 puntos) y confiar en el proyecto de Farinha
Alajuelense va paso a paso y por ahora gana. El siguiente paso es ver si la promesa de un fútbol alegre y vistoso que prometió Farinha llega pronto, de momento sigue siendo una deuda.